Las motocicletas calientan motores y el ambiente se llena de humo. El asfalto queda marcado con los neumáticos, mientras en las gradas los más pequeños son los más emocionados por la velocidad.

Esos ingredientes, mezclados con la habilidad sobre los obstáculos se observaron en el Ukupacha 2014, la primera carrera de enduro extremo de América, que cumplió su sexta edición en Ecuador.

La prueba de ayer, en la que los participantes debían superar una serie de obstáculos, fue el prólogo del enduro extremo que se cumplirá hoy. La prueba iniciará al sur de Quito, en el sector de Lloa, y terminará en la Mitad del Mundo. Lo que se realizó ayer en el parque Bicentenario servirá para definir los lugares de partida para la competencia de hoy, que tendrá 100 kilómetros de distancia.

El circuito artificial se instaló al sur del parque. Contaba con grandes troncos que los motociclistas debían superar, rampas de tierra o de piedras, un sector con neumáticos y otro con troncos más pequeños, antes de la recta final.

El danés Peter Weiss fue el encargado de realizar una demostración antes de que iniciara la carrera de forma oficial. En menos de 1 minuto cumplió el circuito, que por su experiencia lo hizo parecer muy sencillo.

Con una cámara sobre su casco registró en primera persona su paso, que impresionó a la gente por la facilidad con la que superó los obstáculos. Sin embargo, solo después se comprobó que el circuito no era tan sencillo como parecía.

Los pilotos salieron en grupos de 4 y tenían instalado un chip en la parte delantera de su motocicleta para registrar el tiempo total de su recorrido. Pero los problemas empezaron a surgir en el primer obstáculo: una serie de troncos colocados de forma horizontal, que los pilotos debían superar con precisión y equilibrio.

Algunos se trabaron en ese lugar, mientras que a otros les resultó menos complicado. Asimismo, la ‘piscina’ de neumáticos fue difícil de superar, incluso uno de ellos aceleró tanto para salir de allí que su motocicleta se elevó sin dirección y dejó al conductor en el piso.

En medio de las caídas y los atascaderos, el público siempre respondió con aplausos. Si algún motociclista se frustraba por no conseguir pasar era respaldado con gritos de aliento, aunque algunos no entendían español, por ser sudafricanos, neozelandeses o de otras nacionalidades europeas.

Los más entusiastas accedieron al sector VIP del lugar, al que pudieron acercarse a los pilotos en los pits, fotografiarse con ellos y ver de cerca una moto de enduro.

La competencia terminó con las últimas luces de la tarde. La prueba de hoy será la más exigente, pues los pilotos necesitan tener una buena resistencia para cumplir con el recorrido.

A los 150 participantes les espera una prueba llena de caminos sinuosos, chaquiñanes y difíciles trayectos para poner a prueba el talento de cada conductor y medir el límite de su resistencia física.