La victoria se inclinó para el conjunto verde en el clásico capitalino, final del campeonato nacional de rugby de 2014
El club Jíbaros celebra el bicampeonato (Galería)
A los 50 minutos del global, Santiago Gálvez escapó de los rivales y conquistó el primero de los 3 trys con los que Jíbaros conquistó el bicampeonato nacional de rugby. La anotación dio tranquilidad a su equipo y aumentó la presión para Nómadas, que cada vez veía más lejos la posibilidad de ganar el título.
El golpe emocional de aquella primera conversión dejó sin reacción a Nómadas, que 2 minutos después observaba la segunda caída de su zona de marca, en esta ocasión por obra de Mateo Kingman.
Con el tiempo en contra, los hombres de Nómadas intentaron acortar la ventaja, pero lucieron erráticos en los pases. De esas fallas se aprovechó Manolo Silva, quien decretó el tercer try para Jíbaros a los 66 minutos.
Con 3 anotaciones encima y 2 puntos adicionales por el acierto de John Cacpata al patear entre los parantes tras el primer try, el conjunto de las lanzas sumaba 17 unidades contra cero de su adversario.
Solo el amor propio de los ‘halcones’ los empujó a no terminar vapuleados. Impetuosos, lograron concretar a los 76 y 85 minutos, en ambas ocasiones por intermedio de Roberto Neuman, quien subió 4 puntos adicionales después de las conversiones al enviar el balón en medio de los postes.
Con el marcador 17-14 el desenlace era impredecible. Los suplentes del club Jíbaros pedían la terminación del lance al árbitro inglés Paul Tompkinson, quien extendió las acciones 10 minutos sobre los 80 reglamentarios.
Al final, el británico dictaminó la finalización y todo fue júbilo para Jíbaros, que alcanzó su segundo cetro consecutivo y el segundo de su historia.
Mientras los campeones daban la vuelta olímpica, el chileno Roberto Neuman se mostraba agradecido con sus compañeros por el esfuerzo desplegado durante todo el año. Pese a la derrota, sentían haber cumplido con su esfuerzo. Heccer Benavides, entrenador de Jíbaros, brindaba por la corona. Llegar al objetivo costó mucho trabajo, pero la satisfacción de ganar compensaba todo.