Ecuatorianos trazarán caminos en el Himalaya
Roberto Morales y Nicolás Navarrete no se cansan de desafiar las montañas. Su enfoque, en los últimos seis años, ha sido abrir nuevas rutas en las elevaciones y en este 2019 se enfrentarán a un desafío mayor.
Ambos irán a la cordillera del Himalaya, la más alta de la Tierra, para abrir un nuevo camino a la cima en una de las nueve cumbres que tiene más de 8.000 metros sobre el nivel del mar (msnm).
Aún deben definir a cuál de ellas irán, pues representará un reto mayor: nunca antes habían subido a una elevación de esa altura; han escalado montañas de entre 5.000 y 6.000 msnm.
Antes pretenden hacer una especie de introducción a ese tipo de montañas y entre sus planes está visitar el Broad Peak (8.051 msnm) en Pakistán, por una ruta establecida, para saber cómo reaccionarán sus organismos a esa altitud.
“La idea es hacerlo sin oxígeno y evidentemente no vale la pena arriesgarse a hacer la ruta, sin saber cómo reaccionaremos. Debemos conocer el terreno al que nos vamos a meter”, dijo Morales.
Ambos coinciden en que lo que más los motiva para hacerlo es la parte exploratoria y enfrentarse a lo desconocido. Por eso han dedicado parte de su carrera deportiva a explorar rutas y abrir nuevos caminos.
Para ello tienen una vasta experiencia, tanto en el país como en el extranjero. En Ecuador han abierto rutas en el Altar, Antisana, Illiniza Sur. También estuvieron en Colombia, Perú, Bolivia, Nepal, Madagascar y Estados Unidos.
“Lo económico marca, pero además de eso debemos ver una ruta factible. Buscamos una ruta franca que podamos escalar con relativa seguridad y que sea accesible”, comentó Navarrete.
Con esa experiencia a cuestas buscarán completar esta nueva travesía, planeada para mediados de año. Ir por determinado camino se definirá prácticamente sobre la marcha.
“Llegar al pie de la ruta a veces es imposible, porque pueden existir grietas o algo que nos impida pasar. El reto es encontrar la línea perfecta y a veces también juega la suerte, porque no sabes con qué te vas a encontrar”, agregó Nicolás.
Entre tantas expediciones, Morales recuerda especialmente una, en el Arkia Peak de Nepal. Era una montaña virgen y por dos semanas no fueron los primeros en llegar a la cima.
Un grupo de Georgia se les adelantó, pero ellos establecieron una nueva ruta a la que la llamaron la “Directa Ecuatoriana”. Ellos fueron por la pared más vertical de la montaña, que significó la más compleja, pero a pesar de las dificultades lograron llegar a la cumbre.
Mientras que para Navarrete, el ascenso en la cordillera Tian Shan representó la aventura más inolvidable. El grupo pasó prácticamente como ilegal, pues China no permite las escaladas a nivel fronterizo.
La elevación está entre China y Kirguistán; en primera instancia iban a realizar una caminata por la zona, pero terminaron subiendo la montaña. “Fue una aventura muy grande, incluso desde el lenguaje porque no hablan inglés, menos español. Hubo transiciones interesantes en cada lugar”.
También al Polo Norte
Este año también pretenden ejecutar otra travesía que tienen en mente, para continuar con su proyecto “7 continentes, 14 paredes”.
En ese proyecto buscan subir las paredes más emblemáticas o más grandes de cada continente, para ello han completado 10 de las 14.
En la isla de Baffin, situada al noreste de Canadá, está una de las paredes que pretenden conquistar. Ellos tratarán de hacer ambas expediciones este año, pero si no lo consiguen la harían en 2020.
“Ir a Baffin es un sueño y seguirá siendo. Sería la segunda pared en Norteamérica, después de estar en Estados Unidos”, dijo Navarrete.
Ambos pasan unos ocho meses del año fuera del país, escalando en varias partes del mundo. En abril estarán un mes en Estados Unidos, para escalar una pared en Utah y también la llamada El Capitán, en el parque Yosemite.
Navarrete y Morales llevan unos siete años escalando juntos, en expediciones colaborativas. Ambos se iniciaron en esta actividad hace unos 15 años.
Estuvieron por rutas separadas y sus caminos se juntaron, además de compartir objetivos similares en la escalada de montaña.
Su primera expedición conjunta la realizaron en Colombia y desde ahí no han parado, con su espíritu de exploración y por su motivación de crear nuevos caminos, distintos a los de las rutas establecidas. (I)