Dabó, candidato al trofeo Fair Play de la IAAF
El guineano Braima Dabó era desconocido en el atletismo y en los Mundiales de Doha, pero su imagen dio la vuelta al mundo cuando ayudó a entrar en meta a Jonathan Busby en la final de los 5.000 metros.
Braima es uno de los candidatos al premio Fair Play de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF). El elegido, mediante una votación popular que se combinará con la del jurado, sucederá en el historial del premio a la española Ruth Beitia, campeona olímpica de altura, que en los Mundiales de Londres 2017 consoló a la italiana Alessia Trost cuando no pudo clasificarse para la final.
Braima vive entre Oporto, ciudad a la que llegó hace ocho años procedente de Guinea Bissau, y Bragança, una ciudad fronteriza con el norte de España. Tras asimilar su candidatura a los premios Fair Play, Braima Dabó, atleta de 26 años, aseguró que se siente “muy orgulloso por ser uno de los candidatos”.
Aunque insiste en que el gesto que tuvo con el atleta arubense Jonathan Busby fue natural. “No esperaba ni espero ningún tipo de reconocimiento”.
No le han llamado de ningún estamento deportivo y tampoco lo ha felicitado ningún dirigente, ni de su país ni de Portugal. El que sí le reconoció su ayuda fue el propio Busby, con el que habló al día siguiente de su gesto y recibió todo su agradecimiento.
La historia de Braima se precipitó hace 8 años, cuando decidió, apoyado por su familia, dejar su villa guineana, Catio, y viajar a Portugal justo cuando cumplió la mayoría de edad.
Su primer destino fue Oporto y allí encontró su particular ángel de la guarda, ya que la ONG lusa Na Rota de os Povos (En la Ruta de los Pueblos) decidió correr con todos los gastos de sus estudios, manutención y alojamiento.
En la localidad portuguesa de Mirandela concluyó los estudios en una escuela profesional en la que se tituló como técnico agrario y, tras su graduación, puso rumbo a Bragança, donde actualmente cursa tercero de Gestión en el Instituto Politécnico.
En Oporto se entrena en el Club de Atletismo de Maia, donde completa de forma más exhaustiva las sesiones que también realiza a diario en Bragança. “Mi afición por el atletismo comenzó en Portugal”, comentó el corredor, que aseguró que en su país natal no practicaba esta disciplina.
El viaje a su país se le hace muy caro y desde que hace ocho años llegó a estudiar a Portugal no ha vuelto a Guinea Bissau. Tiene ganas de ver a sus padres y a toda su familia, por lo que, cuando acabe este curso, el último para completar su formación en Gestión, volverá a su país.
Los otros candidatos al trofeo son los tres medallistas de pértiga, el estadounidense Sam Kendricks, el sueco Armand Duplantis y el polaco Piotr Lisek, por la camaradería y el respeto que se profesaron, tanto en competición como en la celebración posterior.
La pertiguista estadounidense Sandi Morris fue seleccionada porque, pese a terminar segunda, lo primero que hizo fue felicitar de forma muy emotiva a la ganadora, la rusa Anzhelika Sidorova.
La británica Dina Asher-Smith es candidata porque en dos carreras diferentes regresó para ayudar a rivales que se habían lesionado. (I)