La boccia incentiva la inclusión deportiva
Joselyn León fue la más destacada en la categoría BC2 del primer Paranacional Interclubes de Boccia que se desarrolló en Quito. Con 14 puntos superó ampliamente a Orlando Cajas y Paúl Delgado quienes finalizaron en la segunda y tercera ubicación respectivamente.
Ella es nueva en esta actividad que la conoció hace un mes. Su madre Johana Piedra decidió vincularla a este deporte paralímpico una vez que representantes del club Boccias Ecuador la visitaron en el colegio Quito donde estudia y ella aceptó de inmediato. “Ella no hacía cultura física y creí que no era necesario pero me di cuenta que la boccia es un deporte inclusivo y mi hija está contenta y feliz porque se siente parte del grupo”, reveló Piedra antes de la competencia que reunió a más de 15 chicos con parálisis cerebral y discapacidad física.
La boccia en Ecuador aún no está muy desarrollada pero gracias al respaldo del Ministerio del Deporte y el Comité Paralímpico Ecuatoriano, cada vez más deportistas practican este deporte que estará presente en los Juegos Paralímpicos de Rio de Janeiro en 2016.
Esta actividad se la puede disputar en 2 grupos o en parejas; en este Paranacional se lo hizo en parejas divididos en categorías BC1 y BC2, de acuerdo al su nivel de discapacidad. Cada deportista, que juega en silla de ruedas, cuenta con un juego de 6 pelotas, el uno azules y el otro rojas. Además se usa una diana (bola blanca), la cual la lanzan los deportistas. El juego consiste en dejar la mayor cantidad de pelotas cerca de la diana, y el jugador que cuente con más lanzamientos junto a la bola blanca, es el triunfador.
Si en los lanzamientos un jugador deja por ejemplo 3 de sus pelotas más cerca de la diana que una pelota de su rival, éste suma 3 puntos. Pero si hay una bola roja a 30 cm y junto a esa está una azul a 35 cm de la diana, el jugador que lanzó las pelotas rojas solo suma un punto y el azul se queda en cero.
Otra deportista destacada en el Paranacional desarrollado en el coliseo de la Universidad Central en Quito, fue Pamela Espinoza en la rama BC1. Ella alcanzó un puntaje de 26. En la primera partida frente a Dayana Chiliquinga se impuso en las 4 mangas: 4-0, 4-0, 4-0 y 2-0. La chica con parálisis cerebral lanzó sus pelotas con mayor certeza que su compañera. “Despacio Pamela, no lances muy duro”, le recomendó su madre durante el juego. El segundo lugar fue para Anderson Ruiz con 6 puntos y el bronce se lo llevó Sebastián Donoso con 2 unidades.
Sandra Portilla es la madre de Emilia Flores de 14 años quien también compitió en el primer Paranacional de Boccia. Ambas llevan un año en Boccias Ecuador. “Les apoyamos asistiendo a los entrenamientos de nuestros hijos; ellos son niños que dependen al 100% de una persona que les cuide”, reveló Portilla.
Emilia asiste al Instituto Fiscal de Discapacidad Motriz (Insfidim) y allá fueron los de Boccias Ecuador y se vincularon de inmediato. “Se divierte bastante, comparte con sus amigos y mejora su desarrollo motriz. Las madres somos psicólogas pues los sábados dictamos charlas de motivación”.
Antes de la competencia, las madres de los deportistas junto a estudiantes de cultura física de la Universidad Central acostaron a los niños en una colchoneta y movieron sus brazos y piernas para que durante la prueba puedan lanzar las pelotas con mayor facilidad.
Ya conocen cómo calentar y aflojar los músculos de los deportistas pero dijo que con los chicos con discapacidad física se enfocan en ejercicios de flexión, extensión y con fuerza porque sus articulaciones están contraídas y trabajan para flexionarlas. “Lo que hacemos es que tengan mayor movilidad articular para que al momento de lanzar no estén fríos sus músculos”, afirmó Jonathan Pérez, uno de los estudiantes quien también hizo de juez durante el torneo.
En este Paranacional participaron más de 15 deportistas de 2 clubes de Pichincha y Tungurahua, pero se pretende que para el próximo campeonato que será en mayo en Ibarra, se sumen más deportistas.