El delantero uruguayo Luis Suárez negó que mordiera a un un rival durante el partido entre su selección e Italia, que le costó una severa sanción que lo dejó afuera del Mundial, según la versión del futbolista, que cita la comisión disciplinaria de la FIFA.

"En ningún caso ha sucedido lo que describe en su escrito como morder o intentar morder", señaló un escrito de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) con el descargo de Suárez, que cita la FIFA en su decisión de sancionar al futbolista.

El delantero del Liverpool inglés sostuvo, de acuerdo con su declaración, que en esa incidencia sufrió un impacto que le hace juntar las rodillas y perder el equilibrio "desestabilizando mi físico y cayendo por encima del oponente".

"En ese momento impacto mi cara contra el jugador dejándome el pómulo con un pequeño hematoma y un fuerte dolor en las piezas dentales, que determinó que el árbitro detuviera el partido", añadió el Pistolero.

La AUF a su vez respaldó a Suárez al señalar que "no mordió ni intentó morder a un jugador adversario tal como se le pretende vincular en forma tendenciosa".

La FIFA no obstante señaló que se trató de un comportamiento "totalmente anormal" y que "contradice el ideal y el propósito de la deportividad y no puede tener cabida en el fútbol".

El organismo expulsó al astro uruguayo del Mundial al suspenderlo por nueve partidos oficiales por morder al defensor italiano Giorgio Chiellini, una severa sanción que incluye además cuatro meses de prohibición para desarrollar actividades vinculadas con el fútbol y una multa de 112.000 dólares.

Suárez, de 27 años, retornó la madrugada del viernes a Uruguay, donde existe indignación por el castigo de la FIFA.