Río enfrentaba este miércoles una nueva huelga de 24 horas de los choferes de autobuses a dos semanas del Mundial, mientras otras tres ciudades -Sao Luiz, Salvador y Florianopolis- también eran afectadas por movilizaciones similares.

La huelga en Río, sin embargo, era menos masiva de lo previsto, con casi un 90% de la flota circulando según la organización patronal Rio-Ônibus.

Los huelguistas desestiman esa cifra aunque reconocen que la movilización tiene menos convocatoria que otras anteriores, según el sitio de noticias G1.

En cambio, en las ciudades de Sao Luiz do Maranhao y Salvador de Bahia (noreste) prácticamente ningún bus circulaba. Los choferes están en huelga desde hace siete y tres días respectivamente.

Los trabajadores reclaman aumentos de salario y mejores condiciones laborales.

En Florianopolis (sur), los choferes de autobuses se declararon en huelga el miércoles para rechazar el despido de 350 cobradores, según el sindicato.

En Río, los huelguistas son un grupo disidente del sindicato Sintraturb-Rio. Reivindican 40% de aumento mientras que el órgano había negociado y obtenido en marzo un alza de 10%.

La policía fue movilizada para reforzar la seguridad de los conductores que siguen trabajando y ningún incidente se había registrado hasta la mitad de la mañana, indicó el secretario de Transportes, Alexandre Sansao, citado en G1.

Se trata de la tercera huelga de los conductores de Rio este mes. Las dos primeras afectaron a más de un 70% de la flota, según Sintraturb-Rio. La primera paralización del 8 de mayo se saldó con 531 autobuses dañados o incendiados y un perjuicio financiero estimado en 17 millones de reales (unos 7,7 millones de dólares)

A las puertas del Mundial de Fútbol, que se jugará entre el 12 de junio y el 13 de julio, que da una gran visibilidad a Brasil, movimientos sociales y políticos aprovechan de presionar al gobierno de cara a las elecciones presidenciales de octubre.

Policías, profesores y agentes de seguridad bancaria ya han estado en huelga.

Hace un año, el país fue sacudido por una ola de protestas callejeras en plena Copa Confederaciones. Los manifestantes criticaban los enormes gastos en la Copa del Mundo y pedían la mejora de los servicios públicos.

Este año las protestas perdieron capacidad de convocatoria pero en ocasiones se han vuelto más violentas.
En Sao Paulo, la capital económica de Brasil con 20 millones de habitantes contando su área metropolitana, los trabajadores del metro irán a la huelga a partir del 5 de junio. Por el metro circulan diariamente unos 4,5 millones de usuarios.