El Manchester United, del ecuatoriano Antonio Valencia, llegó ayer a Alemania para encarar hoy (13:45)  su séptima semifinal de Liga de Campeones, bajo el reinado de Alex Ferguson, ante el Schalke de Raúl González, un rival consciente de haber alcanzado ya una cumbre que nadie se hubiera atrevido a pronosticar en medio de una temporada problemática.

El momento del equipo es curioso, puesto que tras haber logrado el pase a “semis” en esa competición y haber asegurado la permanencia en la Bundesliga, ha empezado a enfrentar el torneo doméstico con cierto relajamiento.
Prueba de ello son las continuas rotaciones que ha realizado el entrenador, Ralf Rangnick.

Todo indica que para el Schalke, de momento, sólo hay dos adversarios que verdaderamente importan. Uno es el Duisburgo, con quien se verá en la final de la Copa de Alemania, y el otro el Manchester, con quien se topará por primera vez en su historia para librar hoy en casa la ida de la eliminatoria.

Al duelo ante el United, el Schalke llega con la duda del central Benedikt Höwedes, que no jugó el sábado contra el Kaiserslautern por un tirón en los abdominales y con quien los médicos están trabajando a toda máquina para tenerlo a punto para el primer partido contra los ingleses.

En caso de que Höwedes fuera baja, Joel Matip tendría seguramente que volver a ocupar la posición de defensa central, dejando una vacante en el centro del campo.

Por su parte, el técnico escocés de los “Diablos Rojos”, Alex Ferguson, dejó en casa a Darren Fletcher, que todavía se encontraba debilitado por un virus, al goleador búlgaro Dimitar Berbatov, quien era duda hasta anoche, a Owen Hargreaves y a Bebe.

Pese a esos detalles, el equipo presentará una alineación de lujo en Gelsenkirchen con los internacionales serbio y francés Nemanja Vidic y Patrice Evra, respectivamente, como estrellas de la defensa, después de haber descansado el fin de semana; no aparece entre los titulares el ecuatoriano Valencia, quien esperará su turno en la banca.

El United viene motivado por su triunfo  en la Premier League frente al Everton (1-0). El gol del mexicano Javier Hernández, “Chicharito”, tras pase de Valencia, aproximó todavía más al conjunto de Ferguson, líder de tabla desde hace meses, a su décimo noveno título de Liga.

El 11 del Manchester está previsto que incluya también al veterano centrocampista de Gales, Ryan Giggs, el único vestigio que queda en Old Trafford de aquella plantilla que ganó la Liga de Campeones en 1999, tras una final contra el  alemán Bayern  (2-1) en el Camp Nou.

Figura además como una de las piezas clave el brasileño Rafael Da Silva, lateral derecho, y destaca la convocatoria de Michael Owen, que no aparece entre las primeras opciones del técnico, pero todavía se le recuerda por su última aparición en suelo germano, en la que marcó un “hat-trick”.

Aunque el Manchester se sitúa como claro favorito para la cita de hoy  y como candidato predilecto para disputar la final de Wembley ante uno de los rivales españoles (Real Madrid o Barcelona, que juegan mañana), el equipo inglés nunca ha ganado una eliminatoria de ida y vuelta contra un contrincante germano.

De hecho, los “Reds” han perdido 4 eliminatorias contra alemanes en esa competición y la última vez fue la temporada pasada, cuando cayeron en cuartos también contra el Bayern de Munich.

Por encima de cualquier récord, el que domina en esta ocasión es el logro de no haber encajado aún ningún gol en sus viajes por Europa esta temporada, en la que el United ha cosechado 4 victorias y un empate en sus 5 partidos como visitante.