Una masa albirroja se volcó al estadio Brigadier General Estanislao López, propiedad del club Colón de Santa Fe, los hinchas “guaraníes” asomaban en cada esquina, en cada parque cercano al barrio Centenario, donde está ubicado el reducto  que en horas de la tarde (16:30) se disputaría el partido Ecuador vs. Paraguay. Sus camisetas a rayas y las banderas usadas como capas, atadas a  sus cuellos, los distinguían  del resto.

Unos 1.000 gendarmes de la Policía de la Provincia de Santa Fe custodiaban las calles, para que todo marchara con normalidad, ellos serían los encargados de abrirle paso a las selecciones para que llegaran con tranquilidad al estadio, de ellos 700 iban a permanecer dentro del escenario cuando arrancara el partido, indicó el efectivo Sergio La Cuadra.

De pronto un Volkswagen Golf, color azul, irrumpió en la avenida principal aledaña al estadio, una camiseta amarilla de la selección colgada en una de sus ventanas  indicaba que en su interior se transportaban ecuatorianos. “Venimos pegándonos un viaje de cinco horas y media desde Buenos Aires, nosotros estudiamos medicina allá”, dijo el quiteño Juan Gaibor, quien condujo todo el camino (unos 400 km).

Su copiloto era también “tricolor”, Rosaura Bravo, la manabita está estudiando una especialidad en otorrinolaringología en la Universidad Católica. “Como toda buena portovejense me encanta el fútbol, gusto que adquirí porque vivo cerquita del estadio Reales Tamarindos, por eso no me podía perder la Copa América”.

La médica indicó que compraron la entrada por Internet, en la página de Ticketek, y que  luego cambiaron su bono por la entrada material en Santa Fe, donde hay habilitada una boletería en las calles 25 de Mayo y Primera Junta. Su pronóstico para el partido de ayer era que Ecuador ganaba 1-0 con gol de Antonio Valencia. “Acá seguimos bastante la Premier League y él nos dejó bien representados, ahora no nos va a hacer quedar mal”, lanzó.

Caminando un poquito más allá había  tres ecuatorianos más, Marco Heredia, ex presidente del Caribe Junior, equipo del que salió el “Toño” Valencia, y sus amigos de “aventura”: Juan Proaño y Alfredo Tobar, también de Quito.

“Yo conocí a Valencia cuando estaba chiquito, era recatado y le hacía caso siempre al ‘Papi’ Perlaza, quien era su entrenador. Él  iba a jugar con su hermano Eder, en un principio el otro era mejor; mucho más técnico, pero con el tiempo el ‘Toño’ lo fue superando, mire ahora donde está. De acá salió Fidel Martínez (Deportivo Quito), Enner Valencia (Emelec), entre otros. La verdad es que será un gusto volver a ver a Antonio ahora en estas instancias”, lanzó Heredia, enfundando en un buzo de la selección por el “pacheco” como le llaman al frío los quiteños.

Se vivieron por tierra, vía Ormeño, pasaron por Perú y Chile, para luego llegar a Santa Fe. “Esta es mi segunda Copa América, yo estuve en la de Perú 2004 siguiendo a Ecuador y ahora no podía faltar”.

Por su parte, Tobar se  mostró un poco contrariado, porque la camiseta oficial, según su parecer, salió tarde a la venta. “Por eso no pudimos comprar muchas cosas, vinimos al estadio para ver si encontramos alguna bandera para adquirir, sin embargo, no encontramos nada, solo hay de Paraguay, pero no importa, acá, como dicen los argentinos, el equipo de Rueda va a poner toda la carne en el asador, vamos a ganar”.

El pronóstico de este grupo era que la “Tricolor” se iba a imponer 2-0. “Los goles los hacen Valencia y Felipe Caicedo”, lanzaron para luego continuar su periplo de búsqueda de una bandera patria.

Entre los “guaraníes” que se agolparon desde temprano en las afueras del estadio, FANÁTICO encontró a Marisa Romero, una rubia paraguaya que le transmitió la pasión a su hijo, el pequeño  Dante, de solo dos años. “Hoy nosotros nos llevamos el partido 2-1, los goles los ponen Haedo y Santa Cruz, el de Ecuador no me animo a decir quién lo hará, pero lo importante es que la ‘albirroja’ saldrá con la victoria”, soltó Marisa.

El ambiente está encendido en Santa Fe en el punto de venta las generales para el partido Ecuador vs. Paraguay estaban a 40 pesos (unos 10 dólares) y para el cotejo del miércoles entre el local Argentina y Colombia, este precio se duplicó, para este encuentro ya no quedan entradas, todas “volaron”.