De la versión libre y voluntaria que Vinicio L. rindió a la Fiscalía (divulgada por redes sociales) se desprende una serie de cuestionamientos sobre el modo de administración de uno de los bienes más preciados del fútbol ecuatoriano: la Casa de la Selección. Pero no solo eso, también dejó en claro que la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) le ha servido como vehículo para el cobro de deudas que algunos clubes nacionales han mantenido con él.

Este recinto deportivo estuvo poco más de 5 años en manos del capitán retirado del Ejército, quien renovó su vínculo laboral con la Ecuafútbol en 2008, tras pagar una pena de un año por tentativa de tráfico de personas. En su declaración, Vinicio L. explica cómo el modelo administrativo que emplea en la propiedad de la FEF empieza en él, pasa por él y termina en él.

Con gastos que superan el medio millón de dólares (ver infografía), la Casa de la Selección representa casi el 1,5% del total de egresos de la Federación. El coordinador habría recibido el dinero de la FEF con cheques a su nombre, y a su vez habría girado los cheques desde su cuenta para el pago a quienes le colaboran con servicios e insumos; personas que gozan de su total confianza, pues también les gira cheques en blanco. Vinicio L. cuenta con un fondo rotatorio (capital disponible para operaciones) de $ 20.000, la mitad para alimentación y la otra para mantenimiento. Dicha suma apenas si dura una semana, dependiendo de la cantidad de personas que reciba la casa y los días que permanezcan en ella.

Al complejo deportivo no solo llegan selecciones nacionales, sino también los clubes para sus pretemporadas. La Federación también le habría realizado transferencias y de vez en cuando enviado transportes blindados a su lugar de trabajo con el dinero para el pago de los seleccionados.

Esta forma de ejecución del presupuesto despertó las dudas de la Unidad de Análisis Financiero (UAF) de la Fiscalía General del Estado, pues no es normal que un empleado que aduce no tener relación de dependencia con la FEF se convierta en el triangulador de los pagos de insumos y servicios con cheques girados desde su cuenta personal. Es así como, según la UAF, habrían llegado a las arcas del exmilitar valores superiores a los $ 2 millones sin mayor justificación o detalle, en los últimos cinco años.

El investigado habría reconocido que esa suma ingresó a sus cuentas bancarias, pero que “es porque en un partido de la selección fácilmente gasta entre $ 50.000 y $ 60.000.

Aquí vale hacer una pausa, pues el ‘Capi’ factura por sus prestaciones profesionales alrededor de $ 6.000 y recibe a su nombre periódicamente decenas de miles de dólares para los gastos de la propiedad que administra y los movimientos de la selección. En este sentido, lo que la Ecuafútbol paga en general es una prestación de coordinación que incluye toda una gama de servicios que al ser contratados y pagados por el administrador -a título personal- no tendrían que verse reflejados en la lista desglosada de gastos de la Casa de la Selección que la institución incluye normalmente en su informe económico anual. La inconsistencia más clara se da porque las personas a quienes Vinicio “emite sus cheques sí tienen relación de dependencia con la FEF”, como lo señala la UAF.

El declarante revela datos sobre sus proveedores. Primero, que para insumos de alimentación no se licitan los contratos con los proveedores sino que, a criterio del encargado de esa tarea, se comparan los precios de los productos en tres cadenas de supermercados y se opta por la de menor costo.

Otra cosa que llama la atención es que entre estos alimentos no se incluye el pescado, pues para adquirir dicho producto existe un proveedor especial, que es Hugo Mora, quien -de paso- es tesorero de la FEF, según consta en el organigrama de la FEF. En efecto, el funcionario cuenta con una sólida empacadora, Compamer, la cual en 2014 generó ventas netas locales gravadas con tarifa 0% de IVA por $ 233.367.

Luis Ch., según su declaración voluntaria en la Fiscalía, divulgada en redes sociales, da más luces sobre la importancia de la buena relación que mantienen Vinicio L. y el tesorero, ya que la firma de Mora es la primera autorizada para la emisión de documentos comerciales de la FEF, entre ellos los cheques que recibe el coordinador de logística.

Declaraciones que se contraponen

Tanto Luis Ch. como Vinicio L. habrían caído en contradicciones al momento de declarar ante el fiscal.

El presidente supuestamente señaló que su situación económica no ha sido de lo mejor, pese a haber recibido $ 120.000 que la Conmebol le cancela anualmente por honorarios y que, a decir de la UAF, realmente fueron $ 240.000. El ingeniero sostiene que, además del dinero de la Confederación, sus ingresos provienen de su jubilación del IESS, de $ 1.300 y lo poco que genera su camaronera Servitron S.A. Y que a la compañía le extendió algunos fondos que le envió la Conmebol por el duro momento que pasaba. Mientras que su empresa de espectáculos Promo Eventos S.A. tuvo que ser liquidada por la baja rentabilidad.

Esto último no tendría asidero, pues dicha entidad le reportó entre 2010 y 2015 ingresos por más de $ 5 millones, registrándose una inversión menor a $ 500.000. Sobre Francisco A., aclaró al paso que no tiene parentesco con él y lo identificó como el secretario de la Ecuafútbol. Habría evitado mencionar que también trabaja para él presidiendo su camaronera y estimó que la entidad deportiva le paga cerca de $ 7.000 en sueldo.

Y de Vinicio L., el titular de la Ecuafútbol señaló supuestamente desconocer que tenga otra actividad económica a más de ser el coordinador. Pero por el contrario, el ‘Capi’ habría reconocido ser dueño de la operadora de turismo Laurfen (Moon Travel) y que hasta la fecha ha prestado servicios a clubes como Barcelona, Deportivo Quito y Deportivo Cuenca. Luis Ch., en teoría, debía estar enterado de esto, pues el exmilitar habría realizado sus cobros a través de la Federación, aprovechando que es a las cuentas de la entidad a donde llega el dinero que la Conmebol gira para los equipos que participan en sus torneos internacionales. (I)

Luis Ch. registra acciones en seis empresas

De acuerdo a la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros, Luis Ch.  tuvo una acción en la compañía Ticketshow S.A. en el período 2008-2009.

La empresa dedicada a la organización de eventos y conciertos realizó transferencias a una de las compañías del extitular de la FEF que guarda arresto domiciliario, según un informe de la Unidad de Análisis Financiero (UAF).

Actualmente Ticketshow registra como accionistas a Vicente Arroba Soria y Giselle Galatu Paz.

Luis Ch. registra acciones en Servitron S.A., Zofracene Zona Franca Centro Ecuatoriano C.A., Ticketshow S.A., Surmecánica S.A., Kittsvis S.A. y Promo Eventos Entertainment Promovents S.A..

Actualmente, Luis Ch. es gerente y accionista de Servitron, compañía dedicada a la actividad camaronera y pesquera. Mientras que Zofracene, Surmecánica y Kittsvis aparecen en el portal de la Superintendencia como compañías canceladas. Promo Eventos fue disuelta. (I)