Imparcialidad, honestidad y ética. Tres cualidades que un dirigente como Rodrigo Paz no reconoce en Luis Ch., pero sí en Carlos Villacís, el lugarteniente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol desde 1998 hasta ayer. Un día antes de que el plazo de la instrucción fiscal por el Caso Ecuafútbol se ampliara, el patriarca de Liga de Quito utilizó estos 3 valores para referirse a las características “que ha venido mostrando” el empresario en los últimos meses. De allí el apoyo a su permanencia en el cargo.

La postura del regente ‘albo’ marca una diferenciación entre dos miembros de un directorio en un mismo período de gestión, más aún cuando al que fue presidente le hubiera negado un apretón de manos “por miedo a perder los anillos y el reloj”. Tal distinción es compartida por un buen número de dirigentes deportivos y ayer Carlos Villacís no tuvo mayores opositores a su posesión definitiva del mando.

La aceptación con la que cuenta el flamante líder ya fue puesta a prueba en los comicios de 2015. De hecho, el vicepresidente sacó 2 votos más a favor (66) durante la elección de su cargo, que  los conseguidos por Luis Ch. para proclamarse presidente (64).

¿Qué ha separado de la deshonra a Villacís en medio de los escándalos Ecuafútbol y FIFA Gate? Remitiéndose a los pronunciamientos de entidades y protagonistas del fútbol ecuatoriano pareciera que todo se reduce a lo actuado por él desde el 4 de diciembre pasado.

El lunes la Asociación de Fútbol No Amateur de Pichincha remitió un comunicado de apoyo al entonces mandatario encargado en el cual argumentaba a su favor: “Por la gestión realizada durante estos últimos meses, AFNA ha considerado apoyar su designación... para que complete el período estatutario”.

Ayer, Esteban Paz fue más allá y habló de “un cambio” en la forma en que se maneja la Ecuafútbol al mando del empresario camaronero. En una entrevista para radio La Deportiva dijo que “con Villacís ha habido respeto, cordialidad, y se han entregado informes de gestión”; en resumen, dijo haber percibido algo de transparencia tras la salida de Luis Ch.

El último Congreso Ordinario dejó algunas muestras de que no es lo mismo cuando Villacís está a cargo. Dichas asambleas se han caracterizado por ser la oficialización de lo deliberado en el precongreso, sin mayores reparos. El pasado 8 de enero el entonces mandatario interino estableció algunas observaciones a los documentos presentados por sus colaboradores.

En la lectura del reporte de la Comisión de Estadios, el presidente pidió que se ampliaran los detalles técnicos de algunos escenarios que presentan inconvenientes al pasar de los 50 años de vida útil. Mientras que durante la exposición del informe económico solicitó al tesorero (detenido) que se aclarara la cantidad real de ingresos, más no lo estimado. El directivo detectó que se había contado todos los valores que se perciben por derechos de TV, aun cuando existía el atraso en los pagos de al menos 2 meses. El cambio también se ha presenciado en la forma de administrar el personal. En los pasillos de la sede de la FEF Villacís ha acentuado su voz en algunas ocasiones para reclamar mayor agilidad a sus empleados, a quienes los quiere trabajando como “en una empresa privada”.  

La necesidad de un cambio

Villacís no representa para todos un cambio y hay quienes son más pragmáticos al analizar el porqué de la diferenciación en la honra que se hace entre el expresidente con el recién posesionado. “Cuando él quedaba a cargo nunca firmaba nada, ni autorizaba cheques a Vinicio L. ni a nadie”, comentó Galo Carvajal (expresidente de la Asociación de Orellana) al preguntársele sobre la imagen ilesa del directivo tras el escándalo de corrupción.

De su lado Omar Quintana, expresidente de Emelec, criticó que se ponderara la gestión del máximo dirigente del balompié: “¿Qué ha hecho Villacís por el fútbol ecuatoriano para que ahora sea presidenciable?”.

Considera también que la salida más apropiada ante la pérdida de representatividad de Luis Ch. era una nueva elección. “Si en la FIFA fue destituido Blatter aún sin ser procesado y se eligió un nuevo líder, debió de ocurrir lo mismo en la Ecuafútbol”.

El dirigente de AsoManabí, Jaime Estrada Bonilla, expresó poco antes de la reunión del directorio que el club Manta, presidido por su hijo, “no estaba de acuerdo con el nombramiento del presidente de la FEF” e insistió en que es “necesario cambiar la estructura del fútbol”.

De su lado el presidente ‘atunero’ Jaime Estrada Medranda se ha mantenido desde la renuncia de Luis Ch. en la idea de un Congreso Extraordinario y redefinir la situación de la FEF. Si bien reconoce que Carlos Villacís ha mostrado “más apertura e interés de diálogo”, siente que lo ideal “no era llenar un puesto vacante sino un cambio total”.

Similar criterio expresó Mario Canessa en su programa radial de ayer, en donde además criticó que el estatuto establezca la elección del presidente de entre los miembros del mismo directorio: “Hay que hacer una gran evaluación del estado de cosas en el fútbol nacional” (I). 

Anunciamos oficialmente al Ing. Carlos Villacís como nuevo presidente del directorio #FEF pic.twitter.com/n9waXJ5wdr

— F.E.F. (@FEFecuador) 8 de marzo de 2016

El Directorio aceptó renuncia de Luis  Ch. y reestructuró el organigrama

A las 11:00 de ayer inició la reunión del Directorio de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) en Guayaquil. Dentro de los 5 puntos de la agenda oficial, el más importante y urgente fue la renuncia irrevocable a la presidencia de la entidad, presentada por Luis Ch. a través de una carta.

El directorio en pleno leyó el documento enviado por Luis Ch. y aceptó su dimisión  no solo a la presidencia de la FEF sino a la vocalía dentro del directorio. Acto seguido se procedió a la elección de los nuevos presidente y vicepresidente.

Por unanimidad se eligió a Carlos Villacís como presidente de la FEF, función que cumplirá hasta 2019.

Villacís, que hasta ayer fue presidente encargado, llegó cerca de las 10:55 a las instalaciones de la Ecuafútbol para participar de la reunión del directorio, pero antes de ingresar atendió a los medios de comunicación que ya se encontraban en el lugar. Tras ser consultado por su ratificación en el cargo, dijo que “no llamó a nadie a pedir voto” y que esperará conocer lo que piensan los demás miembros del organismo, incluso dijo que desconocía que Álex De la Torre le daba su apoyo para que se mantenga como presidente de la FEF.

“He recibido llamadas generosas de presidentes de clubes de las series A, B y de las asociaciones (provinciales). No he llamado a nadie para pedir el voto porque no es mi costumbre. Aunque espero la resolución del directorio”, aseguró antes de ingresar al edificio de la FEF.

Villacís estuvo encargado de la presidencia de la FEF desde el pasado 5 de diciembre cuando Luis Ch. fue suspendido por el directorio para que atienda las investigaciones de la Fiscalía General del Estado en su contra, por presunto delito de lavado de dinero. Una de las principales tareas que ha realizado Villacís desde esa fecha es la conducción del último Congreso Ordinario de fútbol. En ese evento se llevó a cabo la aprobación de la liga profesional impulsada por los clubes.

Por su parte Álex De la Torre (foto) -quien es titular de la Comisión de Disciplina de la FEF- fue elegido, también por unanimidad, como vicepresidente de la Ecuafútbol.

Mientras que Rómulo Aguilar y Pepe Miguel Mosquera mantienen sus dignidades como vocales dentro del directorio. El puesto vacante -dejado por Luis Ch.- sería ocupado por Galo Sánchez, quien es vocal alterno del renunciante.

Cerca de las 16:00 Villacís, junto a los miembros del directorio, anunciaron de manera oficial las decisiones y ofrecieron una conferencia de prensa. En la misma, el flamante presidente aseguró que su compromiso es “trabajar para siempre encontrar mejoras para el fútbol ecuatoriano”. Dentro de su intervención pidió a los canales de televisión dueños de los derechos del campeonato que hagan un esfuerzo para ponerse al día con los clubes. Y en lo deportivo, el objetivo será clasificar a Rusia este año y mejorar su participación en la Copa América Centenario. (I)