Quizás la detención obligatoria de junio le quitó encanto a un torneo devaluado y últimamente apedreado por las críticas y enjuiciado por estar carente de un nivel atractivo para los espectadores que se hacen eco de las exigencias que reclaman los cronistas especializados. El ganador absoluto definió con algunas dudas su liderato, ya que no pudo sostener la contundencia de los primeros meses del año, pero aun así muestra niveles tácticos y futbolísticos unos escalones arriba del resto. Emelec es el mejor ejemplo de lo que es el laureado y tan mencionado proceso, ratifica en las estadísticas su hegemonía dentro de los canchas, aunque su rendimiento entró en una pequeña curva descendente posmundial. En la vereda de enfrente las ilusiones abrieron sus ojos, ya que vislumbran un horizonte positivo, a pesar de los recurrentes problemas que acosan a la institución más popular del país. Israel desembarcó con una valija llena de convicciones que a primera vista fueron absorbidas por el mismo grupo de jugadores que hace unos meses deambulaban en el rectángulo sagrado de la mano de Ischia. El último empate con Olmedo dejó claro que el ‘Ídolo’ tiene un patrón de juego, algo muy difícil de encontrar en estos últimos tiempos. Cuando el rival le cerró todos los caminos, tuvo el descaro futbolístico de atacar con los dos laterales a la vez, quedando equilibrado con un cuadrado en el medio campo, detalle no menor para un equipo que vino pagando caro sus descompensaciones, dejando en evidencia la mano del estratega rioplatense. En este análisis dejaré el calor costeño y subiré a los 2.600 metros de Quito para descomponer las falencias y virtudes de los equipos capitalinos. La ola de dudas que invadían la Casa blanca había desaparecido después de algunas victorias ajustadas, pero victorias al fin, pero este domingo regresaron a ser las protagonistas de un equipo que está en un año de transición futbolística y económica, pero que, a pesar de todo, su historia le solicita triunfos y siempre trata de jugar bien. Los dirigidos por Llop que están en terapia intensiva jugaron un partido clave con aplomo y sabiduría obteniendo mucho más de lo que se esperaba, no solo por los puntos ganados, sino por el envión anímico de saber que en este deporte nunca se puede dejar de creer y soñar. Liga no pudo llevarse por delante al Manta que con mucho orden y salidas rápidas complicaron a su rival golpeando en los momentos clave, dejando knock out al local mucho antes de los minutos finales. Otra realidad se vive en Sangolquí, que con un andar sólido sigue dando demostraciones de un trabajo minucioso y muy feroz en resultados, catapultando a los dirigidos por Repetto a ser los escoltas naturales con un juego práctico y efectivo, haciendo de este equipo un grato animador del balompié nacional. En definitiva, se cerró la primera parte del año sin muchas diferencias futbolísticas entre los primeros y los últimos, donde cualquiera puede ganar, dejando claro lo parejo que está todo, salvo excepciones. Alejándome del verde césped y saltando a los despachos, no puedo dejar de resaltar la profunda grieta con la que conviven los clubes y su economía, que está empañada por deudas a futbolistas, muchos estadios vacíos y una sensación de incredulidad y desánimo del público en general.