U. Católica apelará expulsión de la sub-18
Universidad Católica apelará la sanción recibida por la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF). La Comisión Disciplinaria del ente expulsó al equipo sub-18 del conjunto quiteño de esa categoría, por los actos violentos del sábado pasado en Quito.
En el cotejo contra Aucas, los árbitros designados fueron agredidos por el entrenador del plantel y otros futbolistas, que también fueron sancionados por la comisión.
“Me parece que la exclusión del club lo único que haría es apartar de la práctica profesional a un montón de jugadores que no participaron en los hechos, que ayudaron a mantener la tranquilidad y que se verían afectados injustamente por una sanción que en principio no correspondería”, manifestó Miguel Almeida, presidente del club quiteño.
Fue claro al indicar que respetarán las sanciones individuales impuestas a los futbolistas y al entrenador, pero plantean la defensa para que el equipo no se quede sin competir durante medio año.
El entrenador del club, el venezolano Adolfo Monsalve, fue suspendido por cinco años calendario, por empujar al árbitro central y por agredir al cuarto réferi. Antes de que se conozca la sanción, el equipo capitalino ya lo había separado del plantel.
Mientras que 11 jugadores de la “Chatoleí” y tres de Aucas recibieron diversas sanciones, que van del año calendario a dos partidos de suspensión (ver infografía).
“Hay sanciones individuales, dependiendo de la participación de los jugadores. Yo tengo todavía la posibilidad de analizar la legalidad de esa sanción (la expulsión del equipo) y dependiendo de si es reglamentario o no, todavía tenemos derecho a apelar”, agregó Almeida.
Durante la reunión del Comité Ejecutivo de la FEF se sancionó a los futbolistas y al entrenador.
Los árbitros que no se presentaron al partido de primera categoría, previsto para el lunes pasado entre Universidad Católica y Aucas, no recibieron ninguna sanción.
Omar Ponce, como central, y los líneas Christian Lescano y Juan Cruz, no asistieron al estadio Gonzalo Pozo Ripalda.
Los jugadores de ambos equipos salieron a la cancha y esperaron 40 minutos en el campo de juego, sin que la terna arbitral se presente para conducir el juego.
El partido fue reprogramado para el próximo miércoles, para de esa forma completar la fecha 14 que quedó incompleta. Los mismos árbitros dirigirán el encuentro.
“Aspiramos a que el fútbol ecuatoriano tenga mejores días y se ha dado un paso de que queremos aquello. Esperemos que todos los que estamos inmersos, logremos que se avance”, dijo Luis Muentes, presidente de la Agremiación de Árbitros de Ecuador.
En la reunión de la FEF también realizó un pedido para encuentros futuros.
Solicitó que en los escenarios donde se disputen encuentros de divisiones formativas existan mallas que dividan el campo de juego de los graderíos. Se dio un tiempo de tres semanas para que se cumpla con aquello.
Muentes y José Mosquera, presidente de la Comisión de Árbitros, tenían previsto reunirse ayer con los representantes de la Comisión del Derecho a la Salud, que promueve el Proyecto de Ley Orgánica de Prevención y Sanción de Violencia en el Deporte.
El principal del gremio arbitral se mostró satisfecho, antes de asistir a la reunión, de que se incluya un espacio dedicado y exclusivo para la protección de los árbitros.
En ese sentido, el presidente de la FEF, Carlos Villacís, indicó que se comunicó con la presidenta de la Asamblea Nacional, Elizabeth Cabezas, para solicitarle que se dé celeridad a la aprobación de la ley. Anteriormente, Cabezas ya había señalado que su tratamiento sería prioritario en el pleno.
Según un comunicado de la FEF, se pedirá que se incluya en el reglamento, “la sanción de prisión o multa para casos en los que la agresión provenga de miembros de cuerpos técnicos, dirigentes, jugadores o aficionados hacia los árbitros”. La Comisión del Derecho a la Salud la preside William Garzón. (I)