Entrevista
“Sin entrenar dos semanas, ganamos los dos clásicos”
Sonriente y dispuesto se observa a Augusto Poroso en la cancha sintética de Fedenador, donde trabaja como entrenador de fútbol en la escuela de Ermen Benítez. Con 41 años, y a dos de haberse retirado del fútbol profesional, el exzaguero de Emelec y Barcelona imparte sus conocimientos a unos 50 niños de la categoría Sub-10.
Se declara emelecista, pero guarda mucho respeto hacia los hinchas de Barcelona, equipo al que defendió una temporada (2005). Para ‘Porosito’, como era conocido, los Clásicos del Astillero siempre han sido partidos especiales, ya que a pesar de haber sido defensa, logró anotar goles.
¿Recuerda cuál fue su primer Clásico del Astillero?
Sí, fue en 1996 (24 de noviembre) en el estadio Modelo. Ahí jugué mi primer Clásico (ganó Emelec 3-0) y también hice un gol de tiro libre. En ese entonces estaba de presidente don ‘Peche’ (Enrique Ponce Luque) y hubo algunas polémicas, no nos pagaban, nos debían como tres meses.
¿Y cómo vivió ese gol en su debut en clásicos?
Recuerdo que el balón estaba en la media luna del área. Yo estaba cerca del arco, los muchachos me tenían confianza -en ese entonces el arquero de Barcelona era Carlos Luis Morales- y como me gustaba pegarle fuerte al balón así lo hice y pude convertir.
¿Cómo fue ese momento, la celebración durante el juego y luego con su familia?
Fue de muchísima alegría para los compañeros y la familia. En el barrio (cooperativa 17 de Septiembre de Los Esteros) también hubo mucha alegría y celebración.
¿Cómo transcurrieron las horas previas a ese partido?
El ‘Bocha’ (Armendáriz) en una de las charlas técnicas me dijo “vas a jugar tú... hazlo con confianza, con seguridad, como lo has hecho, con fuerza”. Tenía la confianza de él y de los compañeros. Me dieron la oportunidad y hasta marqué.
¿Cuál fue el Clásico más especial que jugó?
El más especial fue en el que marqué dos goles en el Capwell a Cevallos (José Francisco); uno fue de cabeza y el otro de penalti. Fue el 1 de septiembre de 2002, ese día ganamos 3-1. Estaban todos los extraterrestres jugando, incluso con Walter Ayoví.
¿Y aún rememora su primer partido en el Monumental enfrentando a Barcelona?
Claro, ante 90 mil espectadores, en ese entonces iba más gente al estadio, recuerdo que Barcelona tenía un equipazo y yo estaba un poco nervioso. Pero también recuerdo otro importante, en 2001 (23 de noviembre), ese día ganamos 1-0, anoté un gol, y hasta eliminamos a Barcelona.
¿Qué Clásico le dolió perder?
Fue uno en el Capwell (7 de abril de 2002); nos hizo el gol Ascencio (Nicolás). Nosotros dominamos todo el partido y al último nos cobraron un penalti en contra y nos ganaron. Y otro fue cuando Gerardo Traverso nos hizo dos goles (7 de mayo de 2000).
¿Cómo se preparaba para un Clásico?
Uno se cuida mucho para jugar. Por ejemplo si estamos en la fecha previa con 4 amarillas, nos cuidamos para no recibir una más. Durante la semana, uno se entrena mejor. Obedecer lo que el DT quiere; uno se queda hasta tarde conversando con los compañeros sobre cómo jugar, es una concentración completa la que se hace antes de los clásicos.
¿Existen favoritos en los clásicos?
No, no existen. Recuerdo que cuando éramos dirigidos por el ‘Bocha’ la dirigencia no nos había pagado y no entrenamos 15 días. Y así ganamos dos clásicos.
¿Cómo fichó para Emelec?
Yo me inicié jugando las ligas de los Esteros, en la cooperativa 17 de Septiembre, en ese entonces era arquero. Tapaba en ‘índor’ y fútbol, en lo que se conocía como las ‘7 canchas’. El equipo de ‘índor’ se llamaba ‘Los Pibes de Toral’ y el de fútbol se llamaba ‘Los Diamantes’. Luego me fui a probar a Emelec; primero jugué de volante, luego de ‘cinco’, y de ahí de central, donde me acoplé.
¿Quién le dio la oportunidad en el ‘Bombillo’?
En ese tiempo estaba el ‘Bocha’ Armendáriz, estaba el profesor Torres Garcés, también Javier Varela, Pepe Ramos, el ‘profe’ Sotomayor; todos ellos me dieron muchas enseñanzas.
¿Cómo evalúa ese debut profesional?
Fue en 1993, estaba de técnico Salvador Capitano. Yo estaba en la reserva y recuerdo que nos dijeron que íbamos a hacer un partido con el equipo de primera en el Capwell. No lo hice tan mal, el DT me vio y a las dos semanas me dijeron que debía ir a entrenar a primera; yo tenía 18 años.
Luego de 10 años, ¿cómo ocurrió el traspaso a Barcelona?
Recuerdo que habíamos salido bicampeones y estaban de dirigentes Jorge Arosemena y Ferdinand Hidalgo. Un día mientras entrenaba me informaron que me habían cedido al D. Cuenca. Luego fui a arreglar con los dirigentes pero no llegamos a un acuerdo. Logré sacar mi pase (derechos deportivos) a través de la FIFAy fue cuando me llamaron de Barcelona y tomé esa opción. Eso fue en 2005.
¿Cómo fue la llegada a Barcelona y la relación con la hinchada?
Cuando fue la Noche Amarilla me ‘chiflaron’, pero yo lo tomé con tranquilidad porque era mi trabajo. Pero no fui el único que llegó desde Emelec, también fueron Ángel Fernández, Franklin Corozo y Wilson Carabalí; a ellos tampoco les gustó cómo los recibieron. Incluso después de un clásico la hinchada comenzó a decirnos que nos habíamos vendido. Jugué hasta noviembre. (I)