Tuvo una carrera brillante, es el mejor arquero del Ecuador sin lugar a dudas. En lo personal, José Francisco es mi gran amigo. Primero fuimos compañeros y luego fui su entrenador. Son varias las vivencias inolvidables que tengo con él y su familia.

Compartí dos momentos de mucha ansiedad con “Pancho” en el arco. El primero fue en la Copa Libertadores de 1992, cuando ambos éramos jugadores y nos buscábamos el paso a la semifinal ante Cerro Porteño de Paraguay. Ahí Cevallos no era el titular, pero le tocó atajar. En la ronda de penales estuvo sensacional y pasamos. Lo mismo pasó en 1998, cuando yo era técnico y ante el mismo Cerro tapó en Paraguay... siempre estuvo fenomenal.

La primera vez que jugamos juntos fue en la liguilla del 91, en un partido ante Deportivo Quito. Ahí Cevallos le atajó un penal a Fernando Barboza. Le dije que se tire a la izquierda, él se lanzó justo y desvió el balón. Ambos recordamos esa anécdota. Siempre tuvo mucha intuición en los penales. Desde que lo conocí supe que sería grande. Siempre se notó que sería un gran arquero. Siempre fue un arquero de carácter, un jugador de equipo grande. En Barcelona y Liga es un ídolo. La dirigencia de Liga tuvo un buen ojo como para darle la confianza a Cevallos.

Su capacidad técnica y su espíritu ganador fueron fundamentales para que pueda jugar hasta los 40. Creo que él escribió unas páginas brillantes en Barcelona, en Liga y en la selección.

Si hubiese querido, tranquilo habría jugado dos años más, en especial en un club como Liga, que ayuda mucho a sus compañeros en el aspecto humano.

Cevallos siempre ha sido un líder. De muchacho era muy respetuoso, jovial, un ser humano bárbaro. Ya cuando era el capitán del equipo, sabía cómo guiar al grupo, los chicos lo escuchaban y lo seguían. Eso se da cuando un tipo sabe manejarse tanto dentro como fuera de la cancha. “Pancho” siempre ha sido ejemplo, nunca da de qué hablar, y eso queda en la gente que lo rodea.

El domingo (hoy) será un día muy duro, él se va a parar en el campo y recordará cuántas cosas ha vivido y todas sus alegrías. Recordará los títulos y a todos los compañeros con los que vivió lindos recuerdos.

Ahora se viene un momento duro, deja algo que ha hecho por más de 20 años, pero él es una persona fuerte y se sabrá sobreponer. Es alguien preparado y de seguro ya tiene pensado qué va a hacer desde el primer momento que deje el fútbol, eso es muy bueno. Quedan los recuerdos del gran arquero, pero comienza otra vida para una excelente persona como “Cevallitos”.