La felicidad de jugar fútbol con deportistas famosos, a los que algunos solo habían visto por televisión, dispersó las preocupaciones que el cáncer trajo a sus vidas. Doce niños de la escuela Granja, de la fundación Cecilia Rivadeneira, que atiende a chiquillos con esta enfermedad, compartieron momentos de diversión con futbolistas de Liga de Quito.

El combinado dejó por este mes el color blanco y lo cambió por el rosa, convirtiéndose en protagonista de la campaña ‘Tarjeta rosada al cáncer’, con la que se busca prevenir la patología y reducir el índice de mortalidad.

El establecimiento educativo es uno de los beneficiarios de la iniciativa, en la que también participan otras instituciones, como la fundación Cepreme (Centro para la Capacitación y Prevención de las Enfermedades de la Mujer Ecuatoriana), que enfoca su lucha contra el cáncer de mama.

Pacientes que reciben atención de estas organizaciones acogieron con beneplácito a los exponentes del ‘Rey de Copas’. Los atletas les firmaron autógrafos, se tomaron fotos con ellos y les obsequiaron camisetas y pelotas extragrandes.

Pese a la amenaza de lluvia, los pequeños y los deportistas gozaron con las emociones del rey de los deportes. El portero Érick Viveros, el defensa uruguayo Horacio Salaberry, los volantes José Francisco Cevallos Jr., Jefferson Intriago, el colombiano Sherman Cárdenas y el delantero Djorkaeff Reasco tuvieron el miércoles pasado un día especial y diferente.

Esta visita fue una de las actividades realizadas por los deportistas a lo largo de octubre, Mes Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama. Además, visitaron a los convalecientes de varias casas de salud, entre ellas los hospitales que la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (Solca) tiene en Quito y Machala, y recibieron en sus entrenamientos a otros pacientes.

“Hemos rotado con todos los jugadores en diferentes eventos. El hecho de que sean jugadores de Liga para muchos genera una gran atención. Hay unos que son más mediáticos, pero valoramos la entrega que cada uno le ha dedicado a este proyecto. Hernán Barcos, Édison Vega, Jonathan Narváez... todos han aportado en esta campaña”, comentó Diego Castro, gerente comercial del representativo ‘azucena’.

Andrea Encalada, presidenta de la fundación Cepreme, exteriorizó su agradecimiento a la plantilla ‘alba’, que junto con Laboratorios Roche, se constituyeron en importantes multiplicadores del mensaje de prevención, cuidado y atención que requiere esta enfermedad.

“Estamos muy contentos porque la mayor cantidad de seguidores de Liga de Quito se unieron a esta misión; han sido solidarios con nosotros, pues han  visitado varios hospitales y a pacientes oncológicos; esto es algo muy importante porque hemos podido palpar cuál es la realidad que viven estas personas”.

Agregó que una disciplina tan popular como el balompié siempre servirá como un canal efectivo para llegar a más y más rincones, a sitios donde falte información sobre la detección oportuna de este mal. La difusión de los pasos a seguir para reducir la incidencia de la patología aumentó notablemente en las redes sociales.

“Para nosotros, prevenir es un compromiso, si se detecta el cáncer a tiempo existe una probabilidad del 96% de salvar la vida de muchas mujeres y de hombres, porque en un porcentaje mínimo también en ellos aparece esta enfermedad”, precisó la principal de Cepreme. (I)

Venta de camisetas para recaudar dinero

La lucha contra el cáncer de mama cuenta este año con dos importantes socios: Liga de Quito y Barcelona de Guayaquil, que se comprometieron a presentarse durante todo octubre con camisetas alternas, rosa en el del conjunto universitario y violeta en el del representativo ‘torero’.

En lo que respecta al club capitalino, uno de los puntos de su compromiso es promocionar casacas de ese color para recaudar fondos y entregárselos a las fundaciones que firmaron el acuerdo de combate al cáncer y que trabajan en distintos sectores del país.

Diego Castro, gerente comercial de Liga, detalló que se sacó a la venta poco más de 6.000 prendas, para expender cada una en $ 54,90. Los ingresos brutos serían de $ 330.000, aproximadamente, y se entregarán el mes entrante. Andrea Encalada, presidenta de la fundación Cepreme, calificó de fundamental que las mujeres conozcan el método adecuado para autoexaminarse los senos y se hagan practicar un chequeo médico anual.

“En Ecuador mueren alrededor de 4.000 mujeres al año por causa del cáncer de mama; 8 de cada 10 son diagnosticadas con esta enfermedad; las cifras son realmente alarmantes. Todos debemos colaborar para reducir esta incidencia”, enfatizó Encalada. (I)