Gabriel Marques recibió desde la banca de suplentes de Barcelona un trozo de papel con indicaciones escritas. El brasileño las leyó con atención, después de la expulsión del uruguayo Ramón Arias, y desde ese momento el juego de Barcelona mejoró hasta conseguir el empate    1-1 contra Liga de Quito en el estadio Casa Blanca.

El contenido del mensaje de Guillermo Almada para sus jugadores por ahora es un misterio, pero aquello ayudó a sus dirigidos a aprovechar la igualdad numérica y el envión anímico para igualar.

El estratega uruguayo, al menos en 2016, no será quien pueda vencer en el estadio de Liga-Q. El invicto contra Barcelona continuará intacto hasta el próximo año, pero la racha de los ‘toreros’ continúa en el campeonato: acumula 8 partidos sin perder y es líder de la etapa.        

A Liga-Q le costó establecer su ritmo, pero tampoco se dejó encimar por Barcelona. En esas condiciones el partido se tornó intenso, por la propuesta ofensiva que manejaron ambos planteles.  

Barcelona ejerció presión en campo rival, tal como lo hace en el estadio Monumental.

En una acción por poco complica al golero Daniel Viteri, pero la falta de Washington Vera terminó con alguna opción de gol. De a poco los ‘albos’ empezaron a controlar las acciones con la conducción de Brahian Alemán y Fernando Guerrero, pero falló la conexión con Juan Luis Anangonó en la ofensiva. El uruguayo, exjugador de Barcelona, trató en un par de ocasiones con disparos lejanos que no trajeron consecuencias para Máximo Banguera.

En una acción que parecía no traer mayor historia, Velasco perdió el balón con Esmaider Julio y en velocidad parecía superarlo.

El lateral detuvo con falta al volante ante el  contragolpe y el central Roddy Zambrano no dudó en expulsarlo.

Los rostros de sorpresa fueron evidentes en Velasco y sus compañeros, mientras que en la zona técnica el DT Guillermo Almada fue eufórico para reclamar la decisión del juez. Con uno menos, Almada reordenó la defensa con el ingreso de Tito Valencia, por Vera.

Barcelona resistió el resto de la primera parte y se defendió bien para evitar que el local se pusiera en ventaja. El equipo de Álex Aguinaga no encontró la fórmula para vencer la solidez defensiva del puntero.

En la segunda mitad, ya con un hombre menos, Barcelona sorprendió de entrada con 2 ocasiones que casi terminan en gol y en las que Álvez fue protagonista.   

En la primera, el uruguayo avanzó con velocidad y frente al arco disparó con fuerza, apenas desviado. Después habilitó a Ely Esterilla, que quedó mano a mano con Viteri, pero disparó por encima de la portería. Esa imagen de los ‘toreros’ hacía pensar que no sentirían la ausencia de un elemento, pero poco tiempo pasó para que la estrategia quedara en nada. En un pase largo, Darío Aimar protegió el balón de Anangonó y esperaba que Máximo Banguera saliera para atraparlo, pero este tardó en hacerlo y tuvo que exigirse para evitar el gol. El rebote le quedó a Anderson Julio, que disparó con el arquero fuera del arco para convertir el tanto. El invicto del golero de Barcelona se quedó en 625 minutos.

Con la anotación, Liga-Q se relajó. Aguinaga se desesperó porque veía que su equipo no aprovechaba el momento y en la zona técnica animaba a los suyos para que fueran por el segundo. Sin embargo, dejaron que el rival les atacara y además fue expulsado Ramón Arias por doble amonestación.

En ese momento apareció el mensaje de Almada para Marques y las cosas cambiaron. Barcelona se animó a más y encontró el premio gracias a una de sus figuras: Ely Esterilla. El volante recibió frontal al área y de zurda puso el esférico en el ángulo, imposible para Viteri.

El empate no era negocio para Almada, ni para Aguinaga, pues hasta el final exigían a sus jugadores que fueran al ataque. Físicamente, los jugadores de Barcelona ya no podían ejercer la misma presión de los primeros minutos, por lo que se concentraron más en la defensa.

Liga-Q no tuvo recursos para ponerse en ventaja, a pesar de que las variantes siempre fueron ofensivas. Aún así mantuvo el invicto. (I)