Uno más sabido y original que otro, es la esencia guayaca. Los vendedores ambulantes se adueñaron de las afueras del estadio Monumental el pasado sábado, cuando Barcelona realizó la “Noche Amarilla”, aquella fiesta en la que renace cada año la ilusión del pueblo “torero” que no ve a su equipo campeón desde hace 14 años.

“Varón, no te me quedes, pégate tu guata y apoya al ‘Ídolo’ con más energías... si tienes plata aprovecha y si andas chiro avanza”, voceaba Pedro Delgado, quien con su camiseta de Barcelona de la temporada 95 trata de llamar la atención de los hinchas, quienes dan vueltas por el estadio desde varias horas antes del partido entre los amarillos y el Santa Fe de Colombia.

El ofrecimiento era tentador para más de uno de los presentes, pero el grito de Delgado se vio opacado más de una vez por el vozarrón de Mauro Saldivia, quien buscaba vender sus “deliciosos pasteles”.

“Vacila tu pastel... carne, chorizo y pollo, pasteléate mi pana”, exclamaba Saldivia, quien mostraba su prominente barriga al tener su camisa celesta abierta. “Maestro, ¿a cómo salen los pasteles?”, preguntó Luis Flores al comerciante, quien respondió: “A 50 centavos mi llavecita”. “Estás loco, ¿qué, vienen con filos de oro?”, refutó Flores, quien no se quedó con ganas de comer, ya que compró una guatita a un dólar en la carretilla de al lado.

El ambiente externo en el “Coloso del Salado” era como cuando llega el Play Land Park a la explanada del estadio Modelo y los vendedores de comida típica se toman gran parte del lugar. Llapingacho, pasteles, chuzos, guatita, secos, sánduches de chancho, maduros con queso, tripa mishqui... había de todo.

Asimismo, la venta de camisetas se encendió con la “Noche Amarilla”. 42 dólares costaba la elástica original de Barcelona dentro del estadio, pero la “cohete” (falsificada) estaba a 10... “A sota”, como la promocionaban los comerciantes.

Alrededor del estadio los vendedores ambulantes empezaron su jornada  a las 09:00 del sábado y la terminaron a las 01:00 de la madrugada del domingo.

La fiesta de Barcelona se vivió dentro del estadio, pero la algarabía del pueblo se sintió desde temprano en la calle. La hinchada disfrutó del ambiente  dentro y fuera del Monumental. Los que acudieron a vender también gozaron, ya que acabaron el sábado con un dinerito extra.

Cinco carros fueron robados

No todo fue felicidad en la “Noche Amarilla”, ya que, luego del partido de Barcelona, cinco personas denunciaron en la Policía Judicial el robo de sus vehículos en las afueras del Monumental.

Entre los carros sustraídos están un Grand Vitara, color blanco; una camioneta Chevrolet Luv y un San Remo. Cabe destacar que ninguno de esos automotores estaban en los parqueaderos del estadio, sino en sus alrededores.