Jefferson Intriago no es un habitual cobrador de penales, pero la noche del miércoles se vistió con la piel de los mejores ejecutores. El manabita marcó con precisión el disparo que llevó a Liga de Quito a los octavos de final de la Copa Sudamericana, tras superar a Bolívar de La Paz y puso a su club frente a Fluminense en la próxima ronda del torneo.

La definición por penales fue tan dramática como el partido. El equipo de Pablo Repetto no logró vulnerar el arco defendido por Matías Dituro. No fue hasta los 93’ que Horacio Salaberry igualó la serie con un tanto de cabeza.

El futbolista nacido en Junín hace 21 años ha sido protagonista a lo largo del año con la ‘U’. Tanto Gustavo Munúa -exentrenador del equipo-, como Pablo Repetto, siempre lo han considerado entre los inicialistas. Lleva 18 partidos en el torneo local y 3 en la Sudamericana; solo se perdió el partido de ida contra los bolivianos.

El destino puso a Intriago para definir la serie o, en su defecto, alargarla si fallaba. Pablo Pedraza ya había fallado el tiro, con un remate al palo, por lo que la responsabilidad le quedó al mediocampista. Enseguida, Hernán Barcos, Juan Luis Anangonó y Salaberry se le acercaron para darle ánimos antes de la caminata hacia el punto penal.

Intriago se perfiló hacia la derecha y engañó completamente a Dituro, que se lanzó hacia el otro costado. El canterano celebró primero con la gente en la general sur y después se abrazó con el portero Leonel Nazareno, antes que llegasen sus demás compañeros.

El futbolista llegó a Liga en 2010 y en la actualidad es de los pocos jugadores nacidos en las formativas que forma parte del plantel titular. Él, Nazareno y Luis Cangá fueron los que crecieron casi a la par en la cantera y llegaron al primer equipo, donde hoy son titulares.

En 2011 ya dio detalles de su precocidad, pues con 15 años ya jugó con la reserva. Alternó entre la sub-16 y luego la sub-18, con la misma reserva, hasta que en 2014 llegó su oportunidad de actuar en primera.

El argentino Luis Zubeldía le permitió debutar en esa temporada y su juventud no le pesó para jugar 33 partidos. En el año siguiente también marcó diferencias en su posición, pero una lesión (rotura parcial del alerón rotuliano de la rodilla derecha) le impidió disputar las finales del campeonato ecuatoriano contra Emelec.

“Me siento parte importante del equipo y mis compañeros así me lo han hecho saber. Es algo muy satisfactorio para mí el hecho de marcar un penal decisivo; lo celebré como si fuera un hincha más”, dijo el manabita al final del cotejo.

En los octavos de final se enfrentarán a Fluminense de Brasil, con el evidente recuerdo de las finales ganadas por los ‘albos’ en la Copa Libertadores 2008 y en la Sudamericana 2009.

Repetto evitó referirse a su próximo rival y prefiere que sus dirigidos retornen la mirada al torneo local. El domingo serán locales contra Guayaquil City por la cuarta fecha de la segunda etapa del torneo.

Sin embargo, el uruguayo reconoció que sí observó los partidos anteriores del ‘Flu’ contra Universidad Católica, donde superó sin problemas al equipo ecuatoriano para clasificarse a los octavos.

“Cuando se gana de forma agónica se disfruta más. Ojalá que podamos seguir en esta senda, porque es una gran satisfacción, también por la dirigencia, porque sabemos que están pasando momentos complicados y el tema económico también es importante”, dijo Repetto.

Por clasificar a los octavos de final, la escuadra capitalina recibió $ 375.000 como premio de parte de la Conmebol. Liga de Quito cerrará la llave contra los brasileños en condición de local, pero aún no se definen las fechas de los encuentros. La ida será a finales de ese mes y la vuelta en septiembre. (I)