José Luis Chiriboga, hijo de Luis Chiriboga, expresidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), declaró como testigo en una corte de Nueva York, en el caso FIFAGate.

Chiriboga, quien se desempeña como agente de futbolistas, rindió un testimonio sobre cómo se lavaron $ 2,8 millones para su padre. Él le habría pedido a su vástago utilizar su cuenta en el Biscayne Bank de Estados Unidos, para recibir transferencias de Full Play, empresa que tramita derechos de televisión de fútbol.

“Fue mi padre quien me lo pidió. No podía decir que no”, comentó Chiriboga en ese sentido. También señaló que  Sergio Peña, exejecutivo de Full Play, había redactado unos contratos falsos de unas consultorías -que no se realizaron- cuando el banco empezó a hacer preguntas.

Posteriormente, Biscayne Bank cerró su cuenta, por lo que luego los pagos fueron destinados a los bancos Chase y HSBC.

“Este es el momento más difícil de mi vida. Desde el 27 de mayo de 2015 (fecha en la que se destapó el escándalo de corrupción), el FIFAGate ha estado en mi mente 23 horas al día”, dijo en la corte. Agregó que su padre le había dicho: “Lo siento, hijo, destruí tu vida”.

José Luis Chiriboga había aterrizado en Los Ángeles, procedente de Las Vegas, cuando fue interceptado al salir del avión por agentes federales, quienes lo interrogaron sobre su relación con la empresa Full Play.

Chiriboga, de 39 años, accedió a colaborar con la justicia estadounidense y dar su testimonio, a cambio de no ir a juicio. Además, desistió de un departamento valorado en $ 400.000, en Miami, adquirido con dinero procedente del lavado.

En las últimas dos semanas se han entregado nuevos detalles sobre cómo funcionaba la trama de sobornos, a partir de los testimonios de Alejandro Burzaco, exdirector ejecutivo de Torneos y Competencias, desde donde se manejaban las coimas. (I)