La primera Superliga Femenina de Ecuador empezará  el 19 de abril con 22 equipos participantes. En ese sentido, los equipos entran en la recta final de su preparación para afrontar el torneo, en el que por primera vez jugarán los equipos tradicionales, como Barcelona, Emelec, Liga de Quito y Aucas.

Los azules realizaron la contratación más destacada hasta el momento, por el recorrido que tiene dicho refuerzo  en el balompié de su país y en el extranjero.

La defensa central argentina Camila Gallea, de 24 años, será una de las centrales del equipo guayaquileño para el torneo de este año.

La futbolista proviene del Junior de Barranquilla colombiano, pero anteriormente en su país natal jugó para los dos más grandes: Boca Juniors y River Plate.

Su esfuerzo por despuntar en el fútbol nació desde muy pequeña. A los 11 años descubrió esa pasión, pero que ya la arrastraba desde mucho antes, pues su papá y su hermano siempre la llevaban a ver partidos de fútbol.

En su barrio era la única mujer que jugaba y los hombres nunca la discriminaron, más bien la pasaban a ver para que participara en partidos improvisados en la calle o donde fuera.

Un día, en medio de esos partidos que jugaba por diversión, alguien se le acercó para preguntarle si quería jugar en un club, el Racing de Córdoba, su ciudad natal.

Ella no dudó, así empezó a entrenarse de una forma más profesional y organizada. Al mismo tiempo, su madre la impulsó para que se dedicara al modelaje; su trabajo sobre la pasarela no le impedía practicar el balompié.

Sin embargo, llegó el momento en que Camila tuvo que decidir: el fútbol o el modelaje. Ella recuerda bien una anécdota que la llevó a inclinarse por el deporte.

Un sábado debía jugar un partido con Racing y el domingo tenía que estar en un desfile. “Como yo soy una defensa central terminé con moretones en las piernas, todas raspadas, y al otro día fui a desfilar. Ahí hice un clic en mi cabeza, realmente lo que me apasionaba y amaba era jugar al fútbol”, dijo el año pasado en una entrevista con El Heraldo de Colombia.

Después de su inicio con Racing, pasó a Boca Juniors, donde estuvo dos años. Sin embargo, con el equipo “xeneize” tuvo pocas oportunidades y la llamaron de River. En ese equipo fue donde más regularidad hubo y pudo afianzarse en su posición. 

Con el elenco “millonario” ganó el título argentino y pudo jugar la Copa Libertadores de América Femenina, antes de que surja la opción de salir por primera vez al extranjero.

El Junior de Barranquilla, en la creciente Liga Profesional de Colombia, la llamó y la defensora no dudó en asumir una nueva experiencia.   

Su equipo no logró acceder a la fase final del torneo y fueron cuartas en el grupo D. Las cosas cambiaron para este año, pues el torneo profesional no se realizaría en esta temporada.  

Aún está en análisis, pero una de las opciones es que se haga un certamen sub-23  sin jugadoras extranjeras. Esa fue una de las razones para que Gallea decida venir al fútbol ecuatoriano.

“Me han recibido excelente. Me sorprendieron mis compañeras y me estoy adaptando al clima caluroso de la ciudad. Me sentí muy cómoda en mi primera práctica y sé que estaremos muy bien en el torneo”, dijo la futbolista cuando se incorporó a Emelec.

La central tiene el único objetivo de conducir al equipo al campeonato. (I)