Retorno seguro a las prácticas de fútbol
Pedro Quiñónez salió con una sonrisa desde su casa hacia el complejo de El Nacional en Tumbaco. Después de casi tres meses de cuarentena los equipos de fútbol fueron autorizados a entrenar.
El capitán “criollo” dejó su hogar tras el confinamiento. “No hay miedo. Hay seguridad y control para volver a practicar el deporte de uno. Te hace olvidar de todo lo que vivimos hoy”, dijo.
12 de los 16 clubes de la Liga Pro tuvieron su primer entrenamiento en sus complejos. Liga de Portoviejo, Delfín y Orense lo harán desde la próxima semana, pues recién el lunes 8 de junio realizaron la prueba del coronavirus a su plantilla.
Según el protocolo de la organización, los futbolistas podrán volver a entrenar siete días después de realizar dicho examen. Olmedo de Riobamba podía entrenar, pero también tuvo problemas para realizar las pruebas y recién practicará desde la próxima semana.
Así como Quiñónez acudieron los futbolistas a sus lugares de entrenamiento. Los equipos adaptaron sus complejos para cumplir con los protocolos de distanciamiento y de limpieza.
La rutina era repetida en la mayoría. Al llegar al complejo era obligatoria la toma de temperatura; lo hicieron desde el automóvil y otros, como en Liga de Quito, directamente en una carpa ubicada al ingreso.
Aucas convocó a sus jugadores con más de una hora de anticipación, pues antes de entrar al estadio Gonzalo Pozo se les realizó una prueba rápida de coronavirus, adicional a la PCR que se les practicó con anterioridad.
La Liga Pro pretende ejecutar 1.300 pruebas PCR entre los 26 clubes de los dos torneos que regenta: la serie A y la B. No solo se trata de los jugadores y el cuerpo técnico; también se hace la prueba al personal más cercano. En total pueden hacer la toma de 50 personas.
Hasta el lunes se realizaron 752 tests de un total de 940, según indicó la Liga Pro en conjunto con la empresa que los ejecutó. De ellos existen 18 casos positivos, pero por el protocolo no se puede conocer quiénes son los afectados, que no necesariamente son futbolistas.
Se agruparon a 20 equipos, 12 de la A y ocho de la B, pero hasta ayer ya se completaron los chequeos en todos los planteles.
Aún no se conocen los resultados de los últimos equipos que se hicieron las pruebas, como Liga de Portoviejo o Delfín de Manta.
Mientras dure esta pretemporada reducida, los jugadores y demás actores cercanos al equipo se someterán a dos evaluaciones PCR.
Una vez que se reinicie el campeonato en julio se realizarán controles periódicos con pruebas rápidas, hasta diciembre, cuando finalice el certamen.
En ese sentido, la organización prevé tener más de 30.000 pruebas rápidas para los controles en los 26 equipos del fútbol nacional. El protocolo para los partidos está aún en desarrollo, pero esas pruebas rápidas podrían realizarse incluso antes de cada partido.
Las prácticas
Los equipos se acomodaron dependiendo de la capacidad de sus instalaciones. Así, Independiente del Valle podía ocupar una de las cuatro canchas que posee para dividir por grupos y trabajar en simultáneo; sin embargo, optaron por hacer tres grupos en diversos horarios para contar con el cuerpo técnico al completo en cada uno de ellos.
Mushuc Runa hizo hasta cinco grupos para dividirlos en las tres canchas que posee en su complejo. Así manejaron de mejor forma para mantener el distanciamiento.
Los cuerpos técnicos usarán estas seis semanas de entrenamiento para poner a punto al plantel tras la para. En los primeros días evaluarán la capacidad de los deportistas, además de su peso y su condición física.
Las cargas irán aumentando de a poco, antes del retorno a la competencia previsto para el fin de semana del 17 al 19 de julio. La parte física es la principal preocupación de los entrenadores y preparadores físicos, pero contarán con el tiempo necesario para poner a sus jugadores a punto.
La desinfección fue constante. Por ejemplo, en Barcelona las bebidas fueron ubicadas junto a un cartel con el nombre de cada jugador. Las botellas fueron desinfectadas antes del uso.
Esta “nueva normalidad” será regular en esta fase para el fútbol ecuatoriano, que ahora aguarda por el retorno a los estadios y por la competencia. (I)