Noche del jueves y se juega en el Monumental el partido entre Barcelona y Deportivo Cuenca. El aforo del estadio es de 80.000 espectadores, pero apenas se ven  poblados, en algo, las generales y varios sectores de palco.

Alrededor de 5.000 hinchas acuden al “Coloso del Salado” para ver lo que a la postre es una derrota de los “toreros” (2-0)... algo que no era muy predecible, ya que los dirigidos por Álex Aguinaga llegaban de vencer 3-2 a Espoli en Santo Domingo.

El contraste de esta situación se dio solo una semana antes, cuando también como local, pero en el estadio 9 de Mayo de Machala, el “Ídolo” empató con Liga de Loja.

Ahí, el escenario deportivo, que cuenta con un espacio para 16.000 aficionados, estuvo lleno, a pesar de que las entradas fueron más costosas que de costumbre cuando los “canarios” son dueños de casa.

Normalmente, en el Monumental, la entrada a general cuesta $ 5, mientras que la suite vale  $ 25. En el 9 de Mayo, el precio más bajo fue de $ 7, y el más alto, a palco,   $ 25 (esta misma localidad está valorada en $ 20, en el “Coloso”).

Emilio Vásquez es, en el caso de Barcelona, de esos 3.000 a 5.000 asistentes fieles en el escenario guayaquileño. “Yo te sigo a todas partes a donde vas, caaaada vez te quiero más”... esta parte de un cántico futbolero que corea la Sur Oscura se hace realidad en el “Gordo”.

Pero asimismo, Vásquez afirma que viaja a todos los encuentros de los “canarios”  fuera de la ciudad,  incluso del país y que, indudablemente, asiste religiosamente al “templo” (como llaman los “toreros” al Monumental).

“Ya son siete años que estoy dedicado de lleno a seguir al ‘Ídolo’, es una pasión que me llena totalmente, por eso formé un grupo (de 45 personas) que se llama Pasión Oscura”, destaca Vásquez, quien resalta además que “este es un gajo de apoyo para la Sur Oscura, no es algo aparte”.

Este aficionado de 33 años dice que primero es su Barcelona y luego cualquier otro equipo, así sea la selección nacional. “Con la ‘Tri’ es un apoyo cada vez que juega, pero el ‘Ídolo’ es un estilo de vida”.

Vásquez, quien viajó a Perú y Uruguay para apoyar a los “amarillos” ante el César Vallejo (12 de agosto) y Peñarol (14 de septiembre), respectivamente,  en la última edición de la Copa Sudamericana, cuenta que sí gusta del fútbol internacional, pero en casos específicos.

“Por ejemplo, el martes apoyé al otro Barcelona, al de España (ante Real Madrid), pero más me centré el miércoles en el Manchester (frente al Schalke 04), porque ahí está el ‘Toño’ (Antonio) Valencia”, lanza el “Gordo”, quien cuenta que “sí me gustaría viajar a un partido de Champions League, pero no me quita el sueño. Donde sí quiero estar es en el Mundial de Brasil 2014”.

David Constante vive una situación similar a la de Vásquez, pero no precisamente desde la general. “Yo no tengo suite, pero siempre compro mi entrada a esa localidad o palco y asimismo me voy a todas partes con el equipo, como cuando viajé a Montevideo (al encuentro ante Peñarol, por la Sudamericana)”.

Otro hincha fiel a su equipo, pero por Emelec, es Omar Flores. Este seguidor cuenta que usa su camiseta del “Bombillo” por lo menos cinco días a la semana. “Es que hay que llevar a Emelec en el corazón... BDP (Boca del Pozo) presente”, dice.

“Malandro”, como es conocido Flores”, destaca que “siempre me ha encantado el ‘carnaval’ que se arma en la ‘Caldera’, por eso siempre apoyo a mi equipo”.

De 26 años, Flores, quien viaja a todos los estadios del país, acompañó a los azules a Perú, cuando los “eléctricos” visitaron (15 de septiembre) a la Universidad de San Martín, por la Sudamericana (los peruanos vencieron 2-1).

Al contrario de Vásquez y Constante, quienes lo toman como un pasatiempo repentino, “Malandro” sí es amante del fútbol internacional, en especial del argentino. “Emelec es pasión, pero lo de Argentina es espectáculo, juego fino”, lanza este emelecista, quien en el país “albiceleste” es hincha de River Plate y de Racing.

Justamente, Flores viajó en 2008, junto con su hermano, Roberto, a Argentina y ahí pudo ver un partido de la “Academia” frente a Banfield. “Fuimos con ‘Tito’ a pasear, viajamos en bus. Allá pudimos conocer la cancha de Vélez (estadio José Amalfitani), la Bombonera y otros estadios más”.

Calificado como “enfermo” barcelonista, Xavier Coello comparte su delirio por los “canarios” con un apasionamiento con el Milan italiano, equipo del que es hincha desde hace más de 20 años. “Fui a Italia y ahí pude entrar a un partido del Milan ante el Inter, desde ese entonces sigo incondicionalmente al Milan”, comenta Coello.

En el único partido que pudo ver en vivo de los “Rossoneri”, el comentarista deportivo, hijo de Carlos Coello, ex presidente “torero”, destaca que jugadores como Franco Baresi, Paolo Maldini, Roberto Donadoni, Marco van Basten y Ruud Gullit “estuvieron excepcionales”.

Solo un cotejo le bastó a Coello para convertirse en un aficionado del “II Diavolo”. “Solo pude estar en el partido ante el ‘Hijo bobo’, (como califica el comentarista al Inter). Ahora sigo todos sus encuentros por la televisión, siempre estoy muy pendiente de lo que haga el Milan, allá todo es un espectáculo”.

En su cuenta Twitter (@xaviercoellob), el comunicador lanza mensajes tanto para los “canarios” como para los “rojinegros”... además de sus chistes subidos de tono.

Ciertamente, de espectáculo calificó Iván Borghello, delantero “canario” al derbi español (Barcelona-Real Madrid). “Allá todo es lindo, desde los pasabolas súper uniformados, todo tan perfecto, es algo muy diferente...”, dijo el “Memo” previo al último cotejo entre ambos equipos, el martes.

Para Coello, el único encuentro en Ecuador que se puede considerar más que un partido es el Clásico del Astillero. “Los hinchas de otros equipo quieren ver el clásico. Por más que los equipos estén malos, la rivalidad es muy llamativa”.

Con relación al Barça-Real, uno de los ecuatorianos presentes en este cotejo (pero en la semifinal de ida en la Champions, el 27 de abril), Alan Ponce, enaltece el nivel de organización del cotejo.

“Fue algo impresionante. Siempre quise ver al Barcelona y justo viajé a España para estar en el triunfo sobre el Madrid. Es una experiencia que nunca olvidaré, ya que desde pequeño fui hincha del Barcelona”, dice Ponce, quien vive en Venezuela desde los 8 años. Ponce está radicado en el país “llanero” y solo viajó a España para ver el encuentro entre “azulgranas” y “merengues”.

Este encuentro, además, captó la atención del aficionado en general a nivel mundial. En Guayaquil fue común ver a decenas de personas observando el derbi en televisores, tanto en los bares de los centros comerciales como  en diversos locales de la Bahía. El asunto es que no se necesita ser “hincha” de alguno de los dos equipos para interesarse por el encuentro. En muchos países europeos (o en Argentina y Brasil), donde el fútbol ha desarrollado una elevada calidad técnica y gran belleza, los partidos  son considerados una importante oferta de entretenimiento, como podría serlo un concierto o una buena obra de teatro... Para la última final de la Copa del Rey, entre el Real Madrid y el Barcelona, las entradas más caras alcanzaron un monto mayor a $ 2.000. Es común que los paquetes turísticos a Buenos Aires incluyan, si coincide, el clásico Boca-River... y los extranjeros lo buscan por el gusto mismo del buen fútbol. En Ecuador, hay aficionados partidarios de la idea de que “al equipo hay que apoyarlo sí o sí”, a lo que otros responden: “¿para qué voy a ir al estadio cuando el nivel es tan bajo?”... Prefieren quedarse en casa viendo la liga inglesa por televisión...

De los periodistas ecuatorianos, quien  ha ido a más partidos de fútbol internacional es Patricio Cornejo. El comentarista afirma haber estado en más de 120 encuentros mundialistas, desde México 86. “Desde pequeño veía el fútbol internacional. Cuando estaba en el colegio tuve la oportunidad de irme a España y ver un partido entre Atlético de Madrid y Elche. Ese fue el comienzo de los cotejos fuera del país en los que he estado”.

Luego de terminar la secundaria, Cornejo inició sus estudios de Derecho en España (1979) y fue ahí cuando se inclinó más hacia el fútbol europeo. “En Francia recogí mucho material gráfico de revistas y diarios”, comenta,  “era algo impresionante no solo el fútbol, sino la misma prensa especializada, allá pude aprender mucho”.

Tras vivir en Europa por un año, Cornejo regresó y terminó sus estudios de Derecho, pero su gusto por el balompié internacional creció y fue así que empezó a trabajar en medios. “Mi primer Mundial fue el de México 86.

Desde ahí estuve en seis, solo falté al de Sudáfrica 2010. Vi todas las finales de los torneos en los que estuve”.

La Liga de Campeones es la competición favorita del comentarista de Caravana TV. “He estado en 19 finales de Champions (no seguidas) y una que nunca olvidaré es la que ganó el Manchester en 1999”.

Cornejo indica que la premiación al campeón tuvo que aplazarse por más de una hora debido al festejo “rojo” y la decepción de los integrantes del Bayern.

“Ahí, los ‘Diablos Rojos’ iban perdiendo 1-0 ante el Bayern en el Camp Nou (cancha del Barcelona) hasta el minuto 90, pero con goles de Teddy Sheringham (91’) y Gunnar Solskjer (93’), se proclamaron campeones... era algo impresionante ver llorar a los alemanes por media hora en la cancha tras perder un título que ya lo hacían suyo”.

Cornejo no sabe aún si estará en la final de la Champions (28 de este mes en Wembley, entre Manchester United -club en el que milita el ecuatoriano Antonio Valencia- y el Barcelona). “Si el canal tiene previsto este viaje, me voy”, lanza.

Las entradas para este partido se acabaron desde hace dos meses, pero hay puestos en venta en Internet. A través de la página de la web de la UEFA (es.uefa.com), el ticket más costoso era de 487 dólares, mientras que ahora, con la reventa virtual, el precio más caro es de $ 4.300. Se trata, eso sí, de un espectáculo de primera.