Los escándalos en la FEF fueron frecuentes en los últimos 21 años
Tomando en cuenta solo los últimos 21 años, la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) siempre ha estado vinculada a polémicas y escándalos, que envolvieron e involucraron a directivos, jugadores y también a personas ajenas a la institución.
Un nuevo “capítulo” surgió en 2020 cuando una parte del directorio decidió reestructurarlo: Francisco Egas pasaba de ser presidente a tercer vocal principal, mientras que Jaime Estrada subía de vicepresidente al cargo mayor y Carlos Galarza, que era tercer vocal, sería el segundo al mando en la FEF.
Los seis directivos firmantes indicaron que Egas no cumplió estrictamente con sus funciones y que en algunos casos ocultó información al resto de directivos.
Para conocer, aprobar o negar lo resuelto, se convocó a un Congreso Extraordinario para hoy, desde las 15:00. Si se concreta su realización, será la primera vez que se desarrolle de forma virtual, en medio de la pandemia por el coronavirus.
La Conmebol y la FIFA están al tanto de las acciones que se han tomado, y si las considera ilegales podría desembocar en una exclusión de las competencias internacionales.
Este directorio de la FEF se había trazado cambiar el fútbol ecuatoriano y esa era la postura de los liderados por Egas y Estrada. Sin embargo, las desavenencias en la cúpula han trabado la ruta.
Los que hoy conducen la FEF se subieron a ese tren para tratar de lavar la imagen del ente, que antes de la gestión de Egas fue conducido por Luis Chiriboga durante 16 años. El escándalo más grave en la Ecuafútbol fue su vinculación al FIFAGate.
Aquello terminó de forma abrupta con su mandato, que asumió su vicepresidente Carlos Villacís. No optó por la reelección y ganó la lista liderada por Egas.
La credibilidad de la FEF ha ido en descenso y aquello surge porque nunca ha encontrado un camino sin baches, ordenado.
“Con esta directiva se pensaba que se tomaba un camino idóneo, para cambiar lo que se vivió en la gestión pasada. Hubo buenas intenciones, pero se ha truncado y sin llegar ni a la mitad del camino”, analizó Alberto Correa, experto en marketing deportivo.
En ese sentido, expresó que en muchos casos “se ha abusado del poder”, no solo en altos escaños, sino en otros. “Están en una posición privilegiada, en un ente que promulga el juego limpio, pero no lo cumplen. Se involucran más y se hacen más grandes la faltas que cometen”, agregó Correa.
Para Tatiana Guerrero, consultora de comunicación de la empresa de imagen pública ON, los escándalos tienen orígenes similares: idiosincrasia, pérdida de credibilidad de las autoridades y el impacto del poder.
“En el escenario futbolístico, el ecuatoriano en general es egoísta e indisciplinado, le cuesta seguir un orden, establecerse con organización y crear un compromiso serio. A todo nivel, no solo de los jugadores”.
Respecto al impacto del poder, reflexionó: “Lamentablemente, quienes determinan el prestigio a nivel colectivo son justamente los personajes públicos, quienes han perdido el sentido de la responsabilidad que llevan a sus espaldas”. (I)
FIFA y Conmebol reaccionan
La FIFA y la Conmebol emitieron un comunicado conjunto en el que reconocieron únicamente a Francisco Egas como presidente de la FEF y continúan a la espera de recibir la documentación solicitada.
En el escrito se hace referencia a la decisión de parte del directorio del 24 de abril pasado y que espera ratificarse en un Congreso Extraordinario fijado para hoy.
“En ese contexto nos gustaría informarle que la ni la FIFA ni la Conmebol se encuentran en estos momentos en posición de reconocer pretendidos acuerdos, adoptados por el directorio de la FEF el 24 de abril”, se lee en el comunicado enviado a Gustavo Silikovich, secretario general de la Ecuafútbol.
Además de reconocer a Egas como presidente, los organismos indicaron que no reconocerán lo actuado por el Congreso, si se da.
“Ni la FIFA ni la Conmebol darán validez a decisiones que se adopten en los diferentes órganos de gobierno de la FEF, incluido su Congreso, hasta tanto se proceda a una evaluación de los acuerdos adoptados y su compatibilidad con los principios de buena gobernanza determinados en los estatutos de la Conmebol y la FIFA”, se publicó.
La Federación Ecuatoriana de Fútbol respondió de inmediato a FIFA y Conmebol, mediante un documento firmado por María Velásquez, secretaria adjunta de la FEF. En dicha comunicación el organismo señala: “Creemos firmemente que la nueva designación (de las autoridades) no puede ser objetada toda vez que nace de un órgano que nuestro estatuto le concede la facultad de elegir, sin intromisión de terceras personas”. (I)