Gabriel Marques jugó el domingo pasado uno de sus mejores partidos desde que llegó al ‘Ídolo’. Guillermo Almada lo ubicó como volante cinco, delante de los centrales, y su excelente trabajo les permitió a Matías Oyola y Damián Díaz realizar las labores de creación.

Además, tuvo la oportunidad de marcar su primer tanto del año, al pescar un centro dentro del área y rematar de cabeza. En el festejo, el brasileño dibujó la letra L con su mano para dedicar el gol a su esposa que se llama Lunna.   

La ubicación de Marques, en el encuentro con Universidad Católica (volante) causó sorpresa entre los fanáticos que llegaron al estadio Monumental, pues Almada lo ha  utilizado más como zaguero central desde el año pasado.

El brasileño mismo explicó que no tiene ningún problema en ubicarse  en el mediocampo, ya que esa es su posición preferida. “Estoy contento por haber jugado como volante cinco, es mi posición, siempre he jugado allí. Pero donde me ubique el técnico actuaré, siempre predispuesto para ayudar al equipo”.

José Francisco Cevallos, titular de Barcelona, destacó el trabajo que efectuó Marques el pasado domingo y recordó que Almada fue quien lo pidió y exigió que se quede en el plantel; el brasileño renovó su vínculo con el club el mes pasado, a pesar que recibió ofertas de otros conjuntos del fútbol paraguayo. “Es mérito de Guillermo Almada, que Marques jugara de cinco, porque él lo conocía así desde que lo tuvo en Uruguay”.  

Marques fue considerado como uno de los mejores volantes cinco del fútbol ‘charrúa’ entre 2014 y 2015; antes de vestir la camiseta de Barcelona, militó en el River Plate de Uruguay, donde fue dirigido por el mismo Almada.

Sociable y bromista

El carácter de Gabriel Marques dentro del campo de juego, contrasta con lo que demuestra en los entrenamientos y en las concentraciones del equipo principal de Barcelona.

En los encuentros oficiales del campeonato ecuatoriano, el brasileño pelea cada pelota con vehemencia y marca a los rivales con firmeza, razón por la cual juega al filo del reglamento; en 26 partidos ha recibido siete tarjetas amarillas.

Pero en los entrenamientos, en las concentraciones y en los viajes, es uno de los más sociables de la plantilla de jugadores.

El brasileño de 28 años se hace bromas con todos sus compañeros del equipo y es amable con los hinchas. Así se observó ayer luego de la práctica matutina, cuando se acercó a varios fanáticos que llegaron a la cancha alterna del estadio Monumental para sacarse fotos y pedir autógrafos.

Durante la primera parte de la práctica, Marques trabajó junto a Mario Pineida, Osbaldo Minda y Luis Checa, con quienes dialogó de forma amena; después realizó trotes alrededor de la cancha alterna y jugó al fútbol-tenis.

Durante los 45 minutos que duró el entrenamiento bromeó con sus compañeros, especialmente con el arquero Ayrton Morales, a quien le llenó con agua sus guantes, luego que este le pateara sus zapatos mientras hacía estiramientos.

A pesar de la broma, Morales aprecia la sencillez de Marques y lo define como una persona humilde y que se lleva con todos.

Luigi Macchiavello, jefe de prensa de Barcelona, en diálogo con Diario EL TELÉGRAFO, también destaca la humildad de Marques y la rapidez con la que se incorporó al grupo de jugadores, desde el segundo semestre de 2015. “Es una persona bastante tranquila, es alegre, se molesta (bromea) con todos y prácticamente se lleva con todos. Pero cuando entra al campo cambia completamente”. (I)