El arquero de Barcelona, el argentino Javier Burrai ofreció este 27 de marzo de 2020 una rueda de prensa virtual a través de las redes sociales del club. El guardameta de 29 años está en Guayaquil y contó que experimenta en primera persona los efectos colaterales de las restricciones mundiales a causa del coronavirus. Su esposa se encuentra en Barcelona (España) y no puede regresar a Ecuador por el cierre de los aeropuertos y las fronteras. Ella viajó para realizar una capacitación profesional. 

“Lo que nos está pasando la vivo en carne propia. Mi esposa está en España. No pudo regresar al Ecuador. Estaba en una capacitación. Mis padres son mayores y están en mi pueblo y están asustados”, sostuvo Burrai, quien aprovecha la cuarentena para recuperarse de una lesión en el rostro que sufrió en la Copa Libertadores.

Justamente habló también de ese episodio ocurrido en el estadio La Nueva Olla de Asunción (Paraguay), durante el partido ante Cerro Porteño. “Lo último que recuerdo de la jugada es cuando voy al piso a recoger la pelota y nada más. No recuerdo haberme visto mareado intentando ponerme de pie. Reaccioné después en el hospital. Vi las luces del techo y la gente en la clínica. Después entendí lo que me había pasado. Fue un golpe fuerte”, recordó el cancerbero canario.

La lesión ocurrió cuando Burrai ganó una pelota dividida al delantero Jorge Benítez, quien lo impactó con el pie en el rostro. “Se pudo haber evitado, porque llegué antes al balón. El de Cerro podía haberme saltado”, advirtió.

En las imágenes se pudo observar que ya no usa yeso y que su rostro ya no está hinchado. Se siente optimista respecto a su evolución. “Según me dijeron los médicos, estamos bien con los plazos. En tres semanas debería empezar a trotar y hacer trabajos de arquero progresivo. Pero eso me dará la oportunidad de recuperarme”, aseguró. (I)