Freddy Mayorga, presidente de Deportivo Quito, comparó al club con una vaca enferma, “a la que le debes dejar sanar si quieres extraerle la leche, porque si intentas hacerlo ahora, la vas a matar”. Lo dijo mientras espera que la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), le reste 6 puntos por una deuda de $120.000 no cancelada al delantero argentino Gonzalo Rovira, de fugaz paso por la institución en 2011.

Aunque la semana pasada exteriorizó su intención de dimitir al cargo, Mayorga dice que por amor al club aún no lo ha hecho. Pese a ello, no descarta hacerlo. “No me gustaría dejar a la institución a la deriva”, explicó.

La deuda con Rovira, detalló, es otra muestra de lo mal que las anteriores directivas manejaron al ente. El ariete no marcó en siete partidos, pero cuando salió de filas ‘chullas’  lo hizo sin el correspondiente finiquito de su contrato.   

El plazo para cancelar esa acreencia se venció; pagarla no serviría de nada. Deportivo Quito perderá los 6 puntos una vez que la FEF tenga el respectivo comunicado de la Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (FIFA).    

Otra deuda en el horizonte es la del arponero argentino Federico Nieto (2013), que asciende a $400.000, sin que la ‘AKD’ tenga las fuentes para solventarla.               

Por este motivo, Mayorga reiteró su reclamo a la hinchada, de la que la directiva y la entidad se sienten abandonados. De acuerdo a sus expectativas, cuando asumieron el mando el pasado 31 de marzo, calculaban un promedio de 5.000 hinchas por partido de local; sin embargo la media hasta ahora es de 1.800 aficionados.

“Solo los señores de la barra organizada acuden al estadio. El sábado anterior, en el triunfo 3-1 sobre Liga de Portoviejo la taquilla fue de $718, hubo otra de $1.200, pero nunca rebasamos los $2.000. De esta forma es imposible hacer fútbol profesional”, citó.

Hace varias semanas, la dirigencia del representativo capitalino presentó una demanda ante la Fiscalía para que se investigue la gestión de la directiva que les precedió, comandada por ejecutivos de la cooperativa de ahorro y crédito Chasquis de Pastocalle.

Mayorga indicó que durante la administración de sus antecesores se habrían presentado irregularidades financieras, entre ellas ingresos por más de $300.000, de los cuales únicamente justificaron con documentos $75.000.

Esta semana, posiblemente, se presente otra demanda para que el Ministerio Público indague los movimientos financieros que realizaron las directivas que estuvieron a cargo del club en los 10 últimos años. Otra medida para disminuir gastos fue recortar la nómina de la plantilla, ya que habían 53 jugadores, actualmente hay 25. Esta medida le permitió al Quito bajar de $79.000 su desembolso mensual en roles de pago del primer equipo, a $60.000, incluidos los salarios del cuerpo técnico. Esto le generó 8 demandas laborales, pero Mayorga afirmó que se habló con todos los demandantes y estos aceptaron archivar las querellas.

Diario EL TELÉGRAFO intentó hablar con Wladimir Dávila, exgerente ‘chulla’, pero no aceptó dar declaraciones, en vista de que su gestión es indagada por la Fiscalía. Cabe recordar que pocos meses después de dejar sus funciones, Dávila mencionó que la directiva de la que formaba parte no renunció, sino que, prácticamente, la obligaron a irse. Incluso manifestó que recibió amenazas de muerte.

Deportivo Quito, con 22 puntos, ocupa el quinto lugar en el campeonato de la B; tiene un partido diferido. Una vez que le quiten los 6 puntos por el caso Rovira, descendería al noveno o décimo puesto. (I)