Aucas vencía cómodamente 4-0 al Atlético Audaz en su estadio de Chillogallo, al sur de Quito. Ese sábado 31 de octubre de 2009, se rumoraba en los graderíos del escenario capitalino que el Grecia goleaba 3-0 al Rocafuerte en Chone. Con esa combinación de resultados el perjudicado era el cuadro guayaquileño.  

Los hinchas en la general sur se ilusionaban en aguantar un año más en la serie B y evitar así la temida segunda categoría. Pero finalmente llegaron las noticias de que el Rocafuerte fue el club que se impuso por 2-1 y empezó la desesperación.

La afición del ‘Ídolo del Pueblo’ estaba desconcertada. La mayoría no creía que el descenso fuera verdad. Entre ellos se encontraba Ricardo Cañar. “Nos ilusionaron que nos quedaríamos en la B, pero era mentira”, expresó molesto el quiteño de 22 años, quien ese día acudió al escenario deportivo con su padre Ignacio.

Ese trago amargo se contrarresta con los pocos recuerdos que tiene de Aucas en la serie A. Ricardo tenía 12 años, pero aún evoca al gran equipo de 2004.

“Siempre me acuerdo del 5-1 que le metimos a Liga-Q en Chillogallo. Otro partido impresionante fue contra El Nacional. Perdíamos 2-0, pero con la garra de Aucas le dimos vuelta y ganamos 4-2”, comentó lleno de orgullo.

Para él, la hinchada auquista se caracteriza por su aguante, porque han sido más los momentos malos que los buenos. Y hoy, contra Liga-P, en una nueva situación favorable, la afición lo apoyará hasta el final.

Bryan quiere llorar de alegría

Cuando Aucas bajó a la serie B en octubre de 2006, Bryan Ninacuri tenía 10 años y no recuerda demasiado sobre las actuaciones de su equipo en la máxima categoría. Solo rememora el 5-1 con el que el cuadro oriental humilló a Liga-Q en 2004 en el estadio de Chillogallo. En ese compromiso Agustín Delgado completó un ‘póker’ con 4 anotaciones y el quinto fue de Gustavo ‘Potro’ Figueroa.

El miembro de la barra Armagedón sí recuerda con claridad la campaña de 2009, que finalizó con el descenso a segunda categoría.

En uno de los partidos finales, el ‘Papá’ visitó a Liga de Loja. Cerca de 20 miembros de la barra Armagedón viajaron 12 horas en bus hasta la ‘Centinela del Sur’, esperanzados en un triunfo que calmara los ánimos, pero los locales vencieron 1-0 y dejaron al borde del abismo a Aucas.

De regreso, el ambiente se asemejaba al de un funeral. Nadie hablaba. El silencio sepulcral lo decía todo. Bryan no pudo contener el llanto porque sabía que el futuro de su equipo estaba sentenciado. Hoy Bryan espera que las lágrimas que derrame sean de felicidad.

Foto Bryan Ninacuri: Miguel Jiménez/El Telégrafo

Foto Ricardo Cañar: Fernando Sandoval/El Telégrafo