El “león blanco” que jamás se apartó de la divisa que lo formó
Su camiseta fue siempre la “blanca”. A los 13 años ingresó a las divisiones inferiores de Liga de Quito y desde ahí jamás dejó el club. Hoy como gerente deportivo de la institución, el ex zaguero Santiago Jácome, con 38 años, vive el fútbol con la misma pasión que demostró sobre el gramado.
Por eso hoy alentará desde el graderío a su plantel en Casa Blanca (12:00), y con los dedos cruzados esperará el revés de los “eléctricos” y “chullas” en sus respectivos cotejos para alcanzar la clasificación a la final del torneo ecuatoriano. “Es complicado estar a la espera de otros resultados, pero vamos a luchar hasta el final y ver qué pasa”.
Santiago se retiró del balompié activo en diciembre de 2007 con la consecución de su quinta estrella nacional. Estuvo también en el bicampeonato 98-99 y luego en las vueltas olímpicas de 2003 y 2005. El título más recordado es el primero, que coincidió con la inauguración de Casa Blanca (98), cuando derrotaron 7-0 a Emelec. “Fue una final inédita. Nadie esperaba una diferencia tan amplia”.
Una década después de ese logro, asumió su mayor reto personal, desde el otro lado, el dirigencial. Para eso se preparó a la par de los entrenamientos y esa función lo tiene aún conectado al camerino.
Ahí está pendiente de todo requerimiento de jugadores y entrenadores. “Siempre pensé en qué campo del deporte continuar y después de analizarlo me decidí por la gerencia deportiva, que es poco explotada y conocida aquí”.
Dijo que al principio le fue difícil encajar en su nuevo rol. “Es totalmente diferente a lo que viví como jugador, pero poco a poco me he adaptado y cada día trato de mejorar en mi trabajo”.
Es el encargado de solucionar todos los inconvenientes extra futbolísticos que presentan los jugadores de las categorías inferiores, incluso los de la primera división. Gestiona además la parte logística en cada desplazamiento.
“La idea es que ellos solo se preocupen de jugar y hacerlo de la mejor forma; que se entreguen por completo sin excusa alguna”.
Nunca le inquietó la dirección técnica, porque se percató de la limitación de este campo para el profesional ecuatoriano. “Aquí en el país no hay posibilidad de hacer carrera como estratega, hay mucha inestabilidad y no quería eso en mi vida. Asimismo, tampoco tuve vocación para esa actividad”.
Y con toda la vida en un mismo plantel, su inclinación es natural por el “Rey de Copas”. Siente a Liga como su segundo hogar, por eso no le incomoda dedicar entre 10 y 12 horas diarias al plantel.
Aunque confiesa que previo a su retiro pensó que iba a tener más tiempo para disfrutar de su familia. “La realidad es distinta a la pensada, pero lo hago con mucho cariño, es lo que me gusta y es mi forma de devolverle a la institución parte de lo mucho que me dio”.
“Santi”, como lo llaman, conserva la cordialidad y rectitud que caracterizaron su vida deportiva. Por eso, incluso recibió el epíteto de “león blanco” en su época de futbolista.
Hoy, como directivo mantiene la sencillez y espontaneidad de siempre, por ello se gana fácilmente la confianza de sus ex colegas, así puede transmitirles toda la experiencia acumulada en 21 años de actividad.
Les da consejos sobre el manejo de finanzas, preparación intelectual e incluso relación familiar. “El objetivo es formar profesionales de manera integral. Que sepan cómo y dónde invertir su tiempo y dinero, porque esta es una carrera corta”.
Hasta el físico lo conserva intacto, solo la aparición de ligeras canas revelan que el tiempo no se detuvo para él.