El ‘Diablito’ Lara rejuvenece con el Clan Juvenil
Christian Lara no deja de sonreír cuando se trata de entrenar o jugar fútbol. Mantiene el mismo gesto de satisfacción que tenía hace 20 años, cuando llegó al parque La Carolina en busca de una oportunidad en El Nacional.
Hoy retorna al mismo lugar, que cuenta con una pista atlética sintética y también una cancha de césped artificial donde antes había solo tierra. En ese lugar, su nuevo equipo Clan Juvenil se entrenará hasta mañana en el inicio de su pretemporada para la serie B.
El ‘Diablito’ se mimetiza entre sus compañeros. Es el más bajo de todos (1,62 metros), aunque la estatura no marca lo que él representa en el fútbol. Este 2018 cumple ya 20 años en el profesionalismo -en abril cumplirá 38 años de edad- pero se siente como en el primer día.
No lo quiere decir abiertamente, pero cree que este podría ser su último año en el fútbol. Lo podrá disfrutar más, pues luego de un año en México, en el Dorados de Sinaloa, hoy estará nuevamente cerca de los suyos en Quito.
Su idea inicial era jugar en la serie A, pero no se concretó y le llegó la opción de fichar por Clan. Si no hubiera surgido esa oportunidad, no habría tenido problema en dejar el profesionalismo, pero no el fútbol.
“Habría retornado a mis inicios, a jugar en los torneos barriales. En los intercolegiales ya no habría podido (risas). Donde sea que me toque, siempre lo haré gustoso y con una sonrisa”.
Ahora asume el rol de líder en el equipo y también será el capitán para la temporada 2018. Cuando el DT Julio Asad lo llamó para contarle del proyecto, indicó que sería un caudillo para los sangolquileños.
Será la primera vez que el ‘Turco’ dirigirá a Lara, quien pretende absorber muchos conocimientos del argentino. Este año también tiene previsto reiniciar sus estudios para ser entrenador en el Instituto Superior Tecnológico de Fútbol de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF).
Las primeras prácticas oficiales del equipo no lo toman en mala forma. Mientras negociaba para encontrar un club, el ‘Diablito’ se entrenaba en un gimnasio por su cuenta y también salía a trotar por su barrio.
Hoy, además de ser un aporte en la cancha, se enfoca en ayudar a la plantilla. Los más jóvenes se acercan a él y Lara no niega nunca un consejo.
En La Carolina, El Nacional no lo aceptó, luego, en el mismo parque, Universidad Católica lo recibió, pero él tenía casi una fijación con el color rojo. Intentó de nuevo con los ‘criollos’ y quedó. Todo ello lo volvió a revivir, con la piel erizada, y lo compartió con sus tres hijos y su esposa. Ellos alistaron su maleta para ver a papá jugar nuevamente: guardaron sus zapatos, como implemento esencial.
Al final de la práctica, el futbolista apenas aparece con sudor en su frente. Leandro Asad, asistente del equipo, recalca que su físico es envidiable y que su edad no debe ser tomada en cuenta.
El ‘Diablito’ tiene calidad y ganas de mostrar su talento en las canchas ecuatorianas. No se ve aún lejos de ellas y por eso, mientras su cuerpo resista, quiere aprovechar el trajín del campeonato. (I)