La victoria de El Nacional 2-1 sobre Barcelona en la primera fecha del campeonato nacional 2016 mostró al equipo ‘criollo’ como una mezcla de juventud y experiencia, que el entrenador Eduardo Favaro pudo amalgamar durante la pretemporada.

También echó mano de la cantera, una práctica que había sido habitual en el club y que en los últimos años estaba algo relegada. De los 27 inscritos actualmente en la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), 13 provienen de las divisiones formativas. Es decir, casi el 50% de la plantilla proviene de las categorías inferiores y hoy son promocionados al primer equipo.

El colombiano Armando Osma, que estuvo a cargo del plan denominado ‘Canteranos’ en el segundo semestre del año pasado y terminó su contrato el 1 de enero de 2016, se refirió a lo sucedido. “Tarde o temprano el proyecto dará sus frutos, porque son chicos que llevan 8 o 9 años en el equipo. Se hizo énfasis en dar oportunidad a los jugadores del club y luego ver las posiciones que no estaban cubiertas”.

Para el entrenador, la intención del club es convertirse en vendedor, que a través de su patrimonio pueda solventar las dificultades económicas por las que atraviesa en la actualidad. El déficit del equipo, según el presidente Tito Manjarrez, es de casi un millón de dólares.

Osma y Favaro analizaron a los jugadores más destacados y que tenían perspectiva para formar parte del primer equipo. De esa forma se definió quienes podrían pasar completamente al primer equipo para la temporada.

Uno de ellos fue el defensa Luis Segovia, que ya debutó el año pasado (jugó 3 partidos) e incluso marcó un gol. Contra Barcelona fue uno de los más destacados en la zaga, a pesar de que tiene apenas 18 años.

Segovia se formó en el club desde la sub-12, pero 3 años antes estuvo en una de las escuelas de fútbol promocionadas por El Nacional, donde empezó a destacar antes de vincularse de lleno al equipo.

Pablo Hernández fue uno de los formadores del central oriundo de Tumbaco, donde se ubica la sede de El Nacional. “Él llegó de 9 años, junto a muchos chicos del sector y las cercanías, como Cumbayá, Pifo, Checa o Yaruquí. Después pasó a la sub-12, porque el entrenador ya le veía condiciones, y fue uno de los que se quedó”.

Desde ahí, Segovia hizo carrera en El Nacional y antes de su debut profesional acumuló 125 partidos entre las formativas y también el equipo de Reservas. Hernández rememora que “pasó la edad de transición, que es a los 16 años, cuando debe dar ese salto. Él logró hacerlo porque siempre tuvo continuidad y trabajó bien. Es joven para esa posición, pero tiene carácter para desarrollarse bien allí y ya lo demostró contra Barcelona”.

Después de la salida de Osma del club, Octavio Zambrano ocupó ese lugar en el equipo ‘criollo’ entre 2014 y 2015. Destacó la mezcla entre veteranía e inexperiencia con una ironía. “El ‘juvenil’ Cristian Lara y el ‘veterano’ Segovia demostraron que se puede mezclar juventud con experiencia y también que Eduardo Favaro tiene opciones”.

Uno de los experimentados es el lojano Pedro Larrea, de los últimos fichajes que se sumaron al plantel. Para él, sus compañeros supieron manejar con calma la desventaja inicial contra Barcelona. “Me sorprendió cómo salimos a buscar el resultado. Manejamos bien el gol convertido por ellos y los muchachos estaban muy tranquilos. Así supimos remontar”.

Favaro también destacó el compromiso de sus jugadores con el equipo a pesar de tener una plantilla sin grandes nombres. Incluso señaló que para la primera jornada no pudo contar con 4 elementos, porque no fueron habilitados; pero aún así la competencia interna es intensa por ganarse un lugar en la cancha. “Estoy muy conforme con el rendimiento de ellos, por la convicción con la que se trabaja día a día. Esto recién empieza, pero los felicito”. (I)