En dos días asistieron cerca de 400 futbolistas
Deportivo Quito busca a los talentos escondidos (Galería)
El sueño de jugar fútbol a nivel profesional parecía más cerca. Deportivo Quito abrió las puertas a jugadores entre 18 y 25 años para que se prueben en el club y formen parte de la plantilla, a partir de la segunda etapa cuando se puede inscribir nuevos elementos.
Los jóvenes talentos buscaban una alternativa para formar parte de un plantel profesional, porque en muchos casos los reclutan mucho más jóvenes. Muchos consideran que pasados los 23 años es complicado fichar por un equipo, pero los chullas les dieron esa opción.
Fuera del complejo de Carcelén se acumularon quienes buscan una oportunidad. Altos, bajos, con buena condición física o sin ella, esperaban para ingresar al lugar. En la cancha, 22 jugadores ya actuaban para mostrar sus condiciones, pero si cometían un par de fallas, los sacaban y hacían ingresar a otro en su posición.
Desde fuera, la ansias por entrar a la cancha era notoria. Los zapatos daban colorido al lugar, azotado por el verano y la sequedad del césped. No importaba si eran pupos originales, piratas, nuevos o desgastados. Los implementos no significaban algo tan imporante, como para restar sus ganas de jugar.
Jefferson Párraga llegó a Quito a las 06:00, luego de un viaje de 8 horas desde Guayaquil. Él se enteró por la prensa de la convocatoria del club quiteño, pidió $20 a su padre Antonio y se embarcó en un bus hasta la capital. Es hincha de Barcelona, pero allí no tuvo oportunidad, pues buscan jugadores más jóvenes que él. Si no lo elegían, debía volver a Guayaquil y para ello esperaba que su hermano Alfredo, que vive en Quito, le preste dinero para su pasaje de vuelta.
Mientras que otros jugadores tuvieron el respaldo de sus padres a lo lejos. Héctor Álvarez y Doris Flores asistieron junto a su hijo César de 18 años, que juega como volante por izquierda. Para Héctor, su hijo lo hizo bien durante los minutos que jugó. “Siempre lo hemos apoyado. Hemos viajado a todas partes, con tal de verlo jugar. Ahora anhela jugar profesionalmente”, comentó su madre y agregó que pidieron permiso en su colegio, el Harry Baker para que César asista a la prueba con los chullas.
No solo jóvenes asistieron, sino deportistas que estaban en el límite de la convocatoria. Fue el caso de Alex Vilatuña de 24 años. Él ya jugó en la Sub-15 de los azulgranas, pero su madre lo sacó del equipo porque empezó a bajar su rendimiento académico. “Para mí, la edad no es un obstáculo. Es verdad que es un poco tarde, pero no tiene nada que ver con lo que puedo demostrar”, contó.
Vilatuña trabaja en un call center por las tardes, por lo que pudo asistir sin problemas a las pruebas. Ya se vizualizó actuando junto a Luis Fernando Saritama y jugando por el club del que es hincha, sin importar los inconvenientos económicos por los que pasa el equipo.
La pasión por el fútbol quedó demostrada por los asistentes. Por ejemplo, Eduardo Lucas de 23 años, no deja de jugar casi nunca. Los fines de semana lo hace en 4 ligas barriales y en enero quedó elegido para integrar el equipo de Reservas, pero no le pudieron hacer un contrato.
Su novia Estefanía Rodríguez lo acompaña siempre que él juega y fue su hermano Jorge quien vio en Facebook el aviso de Deportivo Quito. No le importaría cortar sus estudios de administración en la Universidad Católica si logra un contrato profesional.
La mañana termina y muchos se quedan sin siquiera pisar la cancha del complejo. Sus trabajos y otras obligaciones en la tarde les impiden esperar más tiempo, por lo que la ilusión de entrar al equipo se apaga. Entre ellos comentan que 25 jugadores serán elegidos y que formarán parte del plantel de primero o del equipo de Reservas. (I)