Cada vez más afianzado en la punta del campeonato ecuatoriano de 2017, el Delfín Sporting Club pasó de ser un equipo sorpresa a un protagonista no programado con el que deben lidiar conjuntos como Barcelona, Emelec e Independiente del Valle, 3 de los combinados más regulares en los últimos años dentro del balompié local.

El representativo mantense ocupa el espacio de lucha que tradicionalmente tenían El Nacional y Liga de Quito, que este año concentran sus esfuerzos en salir de las últimas posiciones.

Pero, además de hacer una buena campaña, el cuadro ‘cetáceo’ se transformó en un combinado difícil de vencer, tanto así que en 18 partidos no registra derrotas, es decir, desde el inicio del certamen; va cuatro meses y medio sin conocer la derrota.

A ese récord se suman los 2 últimos cotejos de 2016, en los que salió victorioso y donde comenzó su racha positiva, que le da un total de 20 lances sin perder y, a la fecha, 6 meses y 10 días en ese plan.

Cabe anotar que el año anterior la entidad porteña era orientada por el timonel Octavio Zambrano, a quien la directiva cesó en funciones para contratar al uruguayo Guillermo Sanguinetti, que asumió la dirección técnica de cara a la presente temporada.

Con el charrúa, la escuadra ‘acuática’ ha conseguido 10 triunfos y 8 empates, completó 38 unidades, marcó 26 tantos y recibió 10, constituyéndose en el contendor con menos dianas en contra.

El otro invicto de la justa es Emelec, que por ahora totaliza 31 puntos, con 22 goles a favor y 10 encajados. El ‘Bombillo’ puede mejorar esa producción, pues tiene 3 encuentros pendientes.

José Delgado, presidente del elenco manabita, no oculta su sorpresa con tan exitoso desenvolvimiento; en varias ocasiones ha reconocido que el objetivo de 2017 era ubicarse entre los 4 primeros y acceder a una brega internacional, pero ahora podría llegar, incluso, a disputar el título.

Y si de cetros en primera se trata, los únicos que el Delfín conoce son los que consiguió en la serie B en 1989 y 2015, que le permitieron los ascensos a la serie A.

Fundado el 1 de marzo de 1989, animado por las circunstancias, el club cree posible alcanzar metas más ambiciosas: ganar la primera etapa, clasificar con ello a la Copa Libertadores de 2018 y certificar su derecho a disputar la corona local de 2017, sin descartar, eso sí, el intento por terminar primero en la segunda fase y ascender al trono ecuatoriano en forma directa.

Delgado puntualiza que el rendimiento del Delfín es el fruto de tomar decisiones acertadas, desde que asumió la presidencia de la institución en 2014. En aquel entonces se les debía 3 meses de sueldo a los jugadores y no existía patrimonio en lo que a nómina se refiere, ahora el 80% de la plantilla pertenece a la institución, cuyos elementos tienen, como mínimo, 2 años de contrato.

Aclara de paso que la resolución de cortar el vínculo con el estratega Octavio Zambrano, quien firmó hasta diciembre de 2017, se derivó de diferencias en torno a los deportistas con los que deseaba armar el elenco. “Nos pasó una lista con la que habríamos constituido un equipo muy débil, cuando lo que queríamos era un grupo sólido”.

No le incomodan las comparaciones, siempre y cuando sean positivas para el combinado, como el contraste que hacen periodistas de ciertos medios de comunicación capitalinos en donde se pondera que con un presupuesto de $ 2,5 millones, Delfín pelea por hacerse con la primera rueda, mientras Liga de Quito, con $ 10 millones, es penúltima.

Sueña con que el elenco ‘cetáceo’ sea el Leicester ecuatoriano porque hasta en el uniforme se parecen, y ser el tercer club que no pertenezca a Guayas o Pichincha que dé una vuelta olímpica. Ya lo hizo el Olmedo en 2000 y el Deportivo Cuenca en 2004.

 Sanguinetti cree que el buen momento del representativo se desprende de la adecuada planificación con la que se estructuró la plantilla y de la buena relación entre los atletas. Sus fortalezas son la marca y la ofensiva aérea.

A cuatro fechas de la conclusión de la etapa, Delfín no se baja de la cúspide del tablero. Figuras como el golero Pedro Ortiz, el defensa venezolano Jhon Chancellor, el zaguero paraguayo Francisco Silva, el volante uruguayo Matías Duffard, o los nacionales Luis Luna, Henry Patta, Roberto Ordóñez y Carlos Garcés, confían en darle el mejor final a la ascendente campaña del equipo manabita. (I)

La meta es terminar invicto la primera etapa

“Los invictos sirven más para las estadísticas, no siempre vaticinan al triunfador de un campeonato”, opina Aurelio Dávila, estadístico e historiador del balompié nacional, quien recuerda a varios elencos que, pese a sumar más partidos sin perder, e incluso tener más puntos en el acumulado, no redondearon con la vuelta olímpica. Basta recordar el torneo de 1990, cuando El Nacional impuso el récord de mayor cantidad de cotejos seguidos sin perder (26), pero terminó último en el cuadrangular final, observando a Liga de Quito cosechar el cuarto título de su historia.

En lo que a Delfín de Manta se refiere, con sus 20 partidos invicto, sumados los de las jornadas 21 y 22 de 2016, más los 18 de la presente temporada, superó la marca de 16 fechas sin caer que totalizó Liga de Quito en 1990, e igualó las 20 jornadas sin perder que la ‘U’ completó entre 1969 y 1970, y en 2015. El de 2015 es, a la vez, el récord de mayor racha invicta desde el inicio de un certamen. Un reto adicional para el conjunto ‘cetáceo’ será llegar sin conocer la derrota a la programación 22 de la primera fase, marca que ningún club ha conseguido bajo la actual modalidad de la competencia. “No queremos ser un equipo de grata recordación por un año, sino convertirnos en animador constante”, dijo su titular, José Delgado. (I)