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El Telégrafo
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Entrevista a / Eduardo ‘El Tanque’ Hurtado / Exfutbolista de barcelona, emelec, liga de quito y la selección nacional

“Cuando se juega un clásico me pongo en medio y prefiero no dar pronósticos”

Foto: Karly Torres.
Foto: Karly Torres.
21 de diciembre de 2014 - 00:00 - Redacción Fanático

Eduardo ‘El Tanque’ Hurtado posee una memoria privilegiada. Recuerda con detalles todas las experiencias que vivió durante los Clásicos del Astillero que disputó en la década del 90. Una anécdota que siempre forma parte de sus conversaciones sobre fútbol ocurrió en 1995 en el estadio Monumental, en un partido por el Campeonato Nacional. Barcelona ganaba 2-0 hasta el final del primer tiempo, pero en el complemento le cedieron la pelota a Emelec, que empató el cotejo 2-2.  

¿Por qué es justamente ese  Clásico el que más recuerda?     

Antes del partido, bajó al camerino el presidente Leonardo Bohrer con un maletín lleno de dinero. Nos dijo que sería nuestro si ganábamos. Te imaginas, en el primer tiempo salimos a liquidar al rival y por eso nos pusimos 2-0 adelante. Cuando entramos al camerino en el entretiempo le preguntamos por el maletín y él respondió que allí lo tenía.  Después, en el segundo tiempo nos empataron 2-2, volvimos al camerino a ver el maletín, pero no lo volvimos a ver. Nos quedamos sin ganar el Clásico y sin el dinero; dinero que considero que es una motivación extra para el jugador que siempre pone el 100% de su esfuerzo.

¿Qué diferencia encuentra entre los Clásicos que usted jugó con los que se han disputado en 2014?  

La diferencia es que yo jugaba los clásicos en partidos regulares (por ganar 3 puntos); en cambio, ahora se juegan el título, es la final nunca antes vista y siempre soñada. Pero de ahí, creo que el sentimiento es el mismo que sentíamos nosotros. Hay mucha ansiedad, adrenalina y deseos por parte de los jugadores.

Pero usted ganó una final. No con Barcelona, sí con Liga de Quito y al Emelec en 1998...  

Sí, por mala fortuna para mi esposa (Celina de Hurtado), que es súper emelecista, quedé campeón con Liga ese año. Recuerdo que en la primera final perdimos 1-0 en Guayaquil, pero ganamos en Quito 7-0 con 2 goles míos. Siempre he tenido un gusto por Emelec, es más la gente me identifica con el ‘Ballet’. Pero mi esposa no me habló después del partido. Yo le había dicho que si ganaba el título con los ‘albos’ también ganaba mi familia. Y gracias a Dios así fue.

Pero, ¿realmente se siente identificado con el ‘Bombillo’?

He sentido el respaldo del hincha amarillo y del azul. Mi primer equipo en Guayaquil fue el ‘Ballet’, pero he tenido la suerte de recibir apoyo de ambas barras. Para ser honesto, en Ecuador yo voy por Liga de Quito.  Con ese equipo conocí la gloria al ganar 2 campeonatos y también viví el fracaso al descender a la serie B en 2000. Por eso se me quedó la ‘U’ en el corazón. Y cuando me preguntan por un clásico, prefiero ponerme en medio y no dar favoritos.

Como delantero ha de tener grabados los goles más bonitos que anotó y también los que falló.  

Hay un gol que fallé con Ecuador en Eliminatorias contra Colombia. Creo que si hubiese marcado ese tanto nos clasificábamos al  Mundial de Francia 1998. A lo mejor traíamos el empate y no caímos 1-0 en Barranquilla. Recuerdo que quedó la pelota cerca del arco colombiano, llegué a rematar, pero le pegué mal y la pelota quedó pifiando; después Álex Aguinaga remató y no entró. Esa oportunidad fallida es algo que jamás olvidaré, porque la gente me recuerda: “si hubieses marcado ese gol nos íbamos al Mundial”. Creo que lo único que me faltó en mi carrera fue haber ido a un Mundial, ya que fui campeón con los clubes, jugué en Europa, la Supercopa con Colo Colo, Copa Libertadores; lo único que me faltó: llegar a una Copa del Mundo. Me dolió mucho en su momento, pero ya lo superé.

Ahora mantengo mi fe en ir a un Mundial. Pero con uno de mis hijos seleccionados: Erick o Ian.

¿Dónde juegan sus hijos?  

Erick, que es ecuatoriano-chileno e Ian norteamericano, aún tienen la oportunidad de ir a un Mundial, ya sea por la ‘Tri’ o con Chile y EE.UU. Erick (21 años) jugó este año en la Universidad Internacional (Chile) en la segunda categoría; Ian tiene 14 y está entrenando con el profesor Duffer Alman. Confío en que algún día superen a su papá. Ambos son delanteros, porque les he dicho que el atacante es el que se vende, si los pongo de arqueros es imposible que salgan del país.

¿Y son goleadores, como usted lo fue en su momento?

Tratan de serlo. Yo, en lo personal, no he llevado la cuenta clara de mis goles, pero creo que hice unos 280 en toda mi carrera. Tengo 26 con la Selección y el resto con mis 23 clubes durante 20 años de carrera.

Entre Emelec y Barcelona, ¿en qué equipo tuvo mejores amigos?

Estoy gustoso y contento por haber jugado en ambos equipos. Tanto en Barcelona como Emelec, siempre tuve la oportunidad de estar con grandes personas y amigos: Orfilio Mercado, Jimmy Blandón, Iván Hurtado, Edwin Tenorio, en el ‘Ídolo’; y en el ‘Ballet’ con Luis Capurro, Ángel Fernández y Danes Coronel, con quienes hicimos un gran equipo y con quienes fuimos campeones en 1994.

Durante su carrera, ¿de qué entrenador aprendió más?

He tenido muchos entrenadores: de Sudamérica, Centroamérica, Norteamérica y Europa. Entre los que más destaco: Lothar Osiander, Jesús Bracamontes, Francisco Maturana, Hernán ‘Bolillo’ Gómez. De todos ellos he captado algo que me está sirviendo para ponerlo de manifiesto en la escuela de la   Prefectura del Guayas. Pero el que   marcó mi carrera y a muchos otros en el balompié ecuatoriano fue Dusan Dráskovic (montenegrino), creo que con él nos identificamos por todo lo que hizo en el país. Cambió la mentalidad de los directivos, convenció a los jugadores, se peleó con la prensa porque decían que venía a inventar acá. Los jugadores tenemos muy claro que él fue quien ayudó para que Ecuador cambie su rumbo y clasifique a su primer Mundial.

Ahora que está del otro lado de la cancha, como DT de la Prefectura, ¿cómo ve el fútbol?    

Bueno, legalmente no soy graduado del Instituto que hizo la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF). No lo terminé, pero he estado asistiendo a los seminarios que nos ha dado la Prefectura del Guayas y creo que he estado creciendo como profesional.

Seguramente estos dos clásicos los observará con una perspectiva más académica.

Exactamente, porque estoy dando mis primeros pasos como entrenador. Analizo cómo se van a parar los equipos y qué jugadores van a plantear los entrenadores. Ya lo veo en la parte técnico-táctica, ya que eso me ayuda a tener una idea para plasmarla en la escuela de Daule de la Prefectura. Me toca ser neutral con mis chicos de la escuela, les hablo bien de Emelec y Barcelona. Así me quede en casa, me siento en la mitad del sofá para que no digan que me voy con uno u otro equipo en el Clásico.

¿Siente ansias por llegar a entrenar en primera categoría?

No me quita el sueño poder dirigir, creo que soñamos todos con que nos den la oportunidad. Espero que a José ‘Pepín’ Gavica, Tulio      Quinteros, Hólger Quiñónez y Jorge Ballesteros les vaya bien. Ellos ya se graduaron, deben dirigir primero para yo poder tener esa motivación extra, porque de nada vale tener un título de DT si no nos van a dar la oportunidad de dirigir. Esperamos que en el Congreso de enero en la FEF, por intermedio de la Agremiación de Futbolistas, se pueda poner una cláusula que diga que todos los que han estudiado en el Tecnológico de la Ecuafútbol tengan la oportunidad de dirigir por lo menos en la serie B, o ser asistente de un entrenador. Si es así, retomaré mis estudios para ser un DT profesional con título.

Dando su punto de vista técnico, ¿cómo llegan Barcelona y Emelec a este partido decisivo?   

Barcelona llega completo y motivado por la forma cómo se clasificó a la final y por cómo rescató ese empate en el partido de ida. Ese tanto le dio vida al equipo que dirige Rubén Israel y eso puede resultar peligroso para Emelec. Ojalá no terminen lamentando el hecho de no haber marcado más goles. Los jugadores de Barcelona tienen su autoestima muy por arriba. Han encontrado un DT que ha recuperado a Michael Jackson Quiñónez, esperó a Cristian Suárez y cuentan con Ismael Blanco, un goleador. Pero por el lado de Emelec, Quinteros recuperó a Emanuel Herrera, que de pronto nadie daba un peso por él. Lo esperaron, jugó 3 partidos y marcó 5 goles. Tienen a Ángel Mena y Miller Bolaños, quienes se han tirado el equipo al hombro, son responsables de que hayan tenido una gran Copa Sudamericana.


¿Por qué cree que nunca antes Emelec y Barcelona pudieron disputar una final juntos?

Porque el fútbol ecuatoriano siempre ha sido muy competitivo entre clubes de la Costa y de la Sierra. El fútbol ecuatoriano ha levantado mucho su nivel en los últimos 20 años, tanto así que las mujeres (Selección de fútbol femenino) también se clasificaron hace poco a su primer Mundial (Canadá 2015). Esa es la motivación de los equipos. Va a ser más difícil jugar la segunda final porque ambos equipos estarán presionados por el resultado (1-1)  obtenido en el Clásico del Astillero jugado en el Monumental.

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