En noviembre de 2009 Jorge Célico aceptó sumarse al proyecto de Universidad Católica desde 2010 y en estos 4 años lo ascendió a la serie A y lo posicionó en la máxima categoría con futbolistas jóvenes formados en la institución. “Mi salida fue una decisión consensuada con la dirigencia. Pensamos que era lo mejor para el club, porque siempre se sufre un desgaste en las relaciones humanas”.

Por ahora tiene sentimientos encontrados por asumir un nuevo cargo y dejar de lado la dirección técnica del plantel.

Como gerente deportivo del equipo quiteño, volverá a sus bases. La idea es que vuelva al cargo para el que fue contratado inicialmente: formar jugadores. Construir una base propia de futbolistas con divisiones inferiores sólidas y emprender un trabajo a largo plazo.

“Me da mucho orgullo decir que la sub-16 está tercera en el campeonato de la categoría, la sub-18 está cuarta. Creemos que la vida de la institución dependerá de las bases de la misma y es necesario potenciarlas, observar jugadores jóvenes e incorporar nuevos”, enfatizó. Jorge Célico puso los ejemplos de Gabriel Espinoza y Jessy Godoy, futbolistas que no tenían cabida en otros clubes y se les brindó una oportunidad para mejorar sus habilidades.

Su trabajo también se enfocará en mejorar la infraestructura de Universidad Católica. “Por qué no soñar en tener una concentración propia para el equipo de primera o contar con una zona húmeda, tenemos muchos proyectos en mente”.