Todos salieron satisfechos de la diligencia judicial en la que se tomó la declaración de Eugenio Figueredo por videoconferencia. Mientras Juan Machuca, abogado de Luis Ch., se mostró complacido porque su defendido no resultó involucrado en ningún ilícito; el fiscal general, Galo Chiriboga dijo estar seguro de haber obtenido información importante para el caso Ecuafútbol.

El funcionario judicial no ha especificado aún el beneficio del testimonio del exdirigente charrúa. Pero el último miércoles dejó claro que la versión recibida, más la información intercambiada con sus colegas sudamericanos serán incluidos en los elementos de convicción que sustentarán el dictamen en la audiencia que se celebrará el 5 de marzo. De su lado el defensor ha desmerecido la importancia del testimonio de Figueredo, al mismo tiempo que enfatizó que su colaboración se ha dado “bajo beneficio judicial en su país”, algo que el detenido ha reconocido abiertamente.

Desde el 27 de mayo de 2015, la vida del exvicepresidente de la FIFA ha transcurrido en ‘jugadas emergentes’ (ver infografía) para reducir el impacto de las consecuencias por los actos de corrupción que ya reconoció haber cometido. En Zúrich, su captura se dio bajo la acusación de pertenecer a una red de corrupción involucrada en sobornos, lavado de activos, crimen organizado y fraude electrónico.

Con sus millones intentó salir bajo fianza en Suiza, pero no lo logró. El resto de su estadía en Suiza transcurrió dentro de una celda especial en donde la mejor noticia que recibió fue la de su pedido de extradición por parte de Uruguay, al cual no puso objeción como lo hiciera ante el mismo requerimiento que llegó desde Estados Unidos.  El Poder Judicial charrúa consiguió imponer su solicitud la pasada Navidad y recibió al detenido de 84 años, quien se bajó del avión a declarar y cerrar tratos beneficiosos.

En Montevideo, Figueredo reconoció ante la  fiscal y la jueza de Crimen Organizado, Adriana de los Santos, haber recibido dinero por parte de empresas a cambio de la cesión de los derechos de retransmisión televisiva que maneja la Conmebol, y en consecuencia haber dejado de escuchar ofertas de otras compañías.

Además delató a sus excolegas diciendo que “los diez presidentes de las federaciones de Conmebol fueron sobornados”; una afirmación que carga responsabilidad directa sobre Luis Ch.

El otrora jerarca de la Conmebol firmó el pasado 5 de febrero un ‘pacto de colaboración’ en el que se comprometió a seguir delatando a los implicados en la trama de corrupción y además entregar bienes avaluados en $ 10 millones al Estado. El acuerdo no ha privilegiado su condición: Se le negó el arresto domiciliario y aún se mantiene en la Cárcel Central de la capital oriental. Sin embargo, se estaría beneficiando de una reducción de la condena que por lavado de activos llega hasta los 15 años. El compromiso es que no pase de los 6.

La siguiente ‘jugada’

La reducción de la pena no necesariamente pone a Figueredo más cerca de la libertad. El Buró Federal de Investigación (FBI) ha enviado funcionarios a Uruguay para establecer un proceso de extradición a Estados Unidos luego de que cumpla la condena en su país.

Es por ello que el abogado del exdirigente ha reconocido que junto a su defendido “planifican una estrategia” para evitar que sea trasladado a territorio gringo para que lo juzguen y vuelvan a sentenciar. (I)

 Piden suspensión a perpetuidad a  Bedoya y Jadue

La Cámara de Instrucción del Comité de Ética de la FIFA solicitó la “suspensión a perpetuidad de cualquier actividad relacionada con el fútbol” para Luis Bedoya y Sergio Jadue, expresidentes de las Federaciones de Fútbol de Colombia y Chile respectivamente y exdirigentes ambos de la Confederación Sudamericana (Conmebol). Los dos admitieron ante la justicia estadounidense a finales de 2015 los delitos que se les imputan, en el marco del gran escándalo de corrupción en el que está inmersa desde hace meses la FIFA. La sanción debe ser ratificada ahora por la Cámara de Enjuiciamiento presidida por el magistrado alemán Hans-Joachim Eckert. Bedoya, de 56 años y también miembro del comité ejecutivo de la FIFA, renunció el pasado 9 de noviembre a su puesto de presidente.

Sin embargo, no ha dado declaraciones al respecto después de su dimisión y aún se desconoce su paradero y los detalles de su estatus legal. Jadue, por su parte, también renunció a su cargo tras admitir ante la justicia estadounidense “haber participado en los delitos de crimen organizado y conspiración para cometer fraude electrónico” y también está siendo investigado por las autoridades chilenas por lavado de activos.

Según el diario El Mercurio (Chile), el exdirigente había admitido su culpabilidad a cambio de una reducción de su condena. Varios dirigentes de la Conmebol y la Concacaf, las asociaciones que reúnen a las federaciones de fútbol de América, y cinco ejecutivos de marketing deportivo y presidentes de federaciones de fútbol sudamericanas han sido imputados por la justicia norteamericana por aceptar millones de dólares en sobornos por negociar derechos de televisión. (I)