Nueve horas fueron suficientes para que los aficionados de Emelec agoten los 23 mil boletos que la dirigencia del club sacó a la venta el jueves pasado para la final de vuelta del Campeonato Nacional que se jugará mañana (16:30) en el estadio George Capwell.          

Las entradas se comercializaron durante 3 horas el jueves (de 16:00 a 19:00). Ayer las ventanillas de la ‘Caldera’ se abrieron a las 08:00 y a las 14:00 ya no había boletos disponibles. A esa hora el presidente ‘eléctrico’, Nassib Neme, confirmó la noticia.    

A más del estadio Capwell, las entradas se vendieron en Guayaquil en el centro comercial Mall del Sol y en el almacén ‘Che’ Pérez. También hubo puntos de venta en Machala, Milagro, Manta, Portoviejo y Quito.               

Alrededor de 1.100 personas se agolparon ayer en los exteriores del estadio Capwell para adquirir un boleto en las 7 ventanillas que se habilitaron. “Apenas llegué al estadio para trabajar cuidando los carros, vi gente haciendo fila”, aseguró ‘Valdosa’, un viejo barrista de la Boca del Pozo que no se inquieta por adquirir un boleto, porque mañana entrará al estadio con ‘la gallada’.     

Algunos hinchas que se encontraban en las columnas esperando su turno para llegar a la ventanilla, se agredieron verbalmente y entre sí se acusaban de ser ‘noveleros’. “El resto del año nunca vinieron al estadio y ahora sí vienen. Aguántate para comprar tu entrada”, les dijo el ‘Gitano’, otro miembro de la Boca del Pozo a varios socios del club.  

“Yo pago mensual al club, soy socio no como tú que eres vago”, le respondió Luis Rocafuerte, un socio identificado con el #13583. Rocafuerte es un jubilado y acusó a la directiva de revender entradas a algunos grupos barristas. “Estoy indignado porque solo están dejando pasar a los amigos para comprar boletos, y uno que es socio y está al día en sus pagos, es tratado como el perro”, exclamó molesto.     

Tras el incidente verbal, tres miembros de la Policía Nacional llegaron hasta las puertas de las oficinas en el Capwell (calle general Gómez) para evitar desmanes. Después de unos 25 minutos de tensión entre hinchas emelecistas llegó la calma y con ello empezaron a avanzar quienes formaban las columnas.   

“Luego de casi 3 horas esperando, al fin he avanzado 4 metros del lugar en donde estaba a las 08:40 que llegué”, comentó Enrique Navarrete, aficionado ‘eléctrico’ que hasta insinuó que la venta de entradas es un ‘negociado’ de la gente que trabaja en las oficinas del club.

Este estudiante de Medicina de la Universidad de Guayaquil confesó a EL TELÉGRAFO que compró 2 pases para la localidad de tribuna Pío Montúfar en las boleterías para los que no son socios.

“Me parece bastante raro que en esa fila me haya demorado poco más de media hora para adquirir mis entradas. Y desde las 08:15 que llegué, la fila para socios no se ha movido”.

Navarrete tenía previsto adquirir otros 2 boletos para la final antes de las 13:00, ya que debía asistir a clases en la universidad. “Vendremos con mi papá, mi tío y mi hermana porque veremos al ‘Bombillo’ dar la vuelta olímpica”, agregó el aficionado azul.