“¡Qué lindo, parece que fuera de mañana”. Así reaccionó Pedro Álvarez apenas pisó la general sur del estadio Gonzalo Pozo Ripalda, de Aucas, cuando vio todo el escenario por primera vez iluminado en los 22 años que tiene de construido.

La fiesta que montó Aucas se vio opacada por el resultado futbolístico, pues cayó 2-1 ante Deportivo Cuenca en el estreno de Tabaré Silva como estratega “oriental”. Pero antes de que aquello sucediera, la novedad en Chillogallo era la iluminación del escenario.

Desde temprano, el movimiento en los alrededores del estadio fue intenso con las ventas de comida y otros productos. El tráfico vehicular aumentó, como si se tratara de un cotejo disputado el mediodía del domingo.

A la distancia, la intensidad de las luminarias era notoria y el deseo del administrador era que para este hecho histórico, los auquistas llenasen el estadio. Los fanáticos no decepcionaron a su equipo y la “Caldera del Sur” estuvo casi llena en su totalidad.

La iluminación en el Gonzalo Pozo cumple con los estándares de la FIFA para los partidos nocturnos. Sin embargo, la luz que más brilló dentro de la cancha fue gracias al juego del Deportivo Cuenca.

El equipo dirigido por Álex Aguinaga dispuso una estrategia ofensiva desde el primer minuto y sus jugadores querían sumar de nuevo fuera de casa, tal como lo hicieron en el empate 2-2 contra Barcelona en Guayaquil.

Los cuencanos no tardaron en marcar el primer tanto del partido. Al minuto 12 el delantero Jorge Luis Cuesta recibió de espaldas un pase largo y combinó con Walter Chalá, que entró de frente. El atacante le pegó de primera, rasante y a una esquina, ante la estirada de Sebastián Blásquez, quien no llegó al balón.

Aucas tuvo una mayor posesión del esférico, pero falló en la creación de ocasiones durante la primera media hora. Con la ausencia de algunos jugadores que fueron a Europa por un convenio, Silva no encontró una respuesta favorable en los elementos que alineó.

Deportivo Cuenca era más efectivo para atacar, con orden y toques precisos. Así llegaron 2 ocasiones claras, que terminaron de la misma manera: estrellándose en el horizontal, producto de los fuertes remates de Ezequiel Filippetto y luego de Armando Gómez.

El juego “morlaco” no pudo ser sostenido y Aucas inclinó la cancha a su favor. De a poco se acercó con la creatividad de Jonathan De la Cruz y  Ayrton Preciado y el tercer poste del partido fue luego de un cabezazo de Horacio Salaberry, que era imposible de alcanzar para el portero Hamilton Piedra.

Esteban Solario y luego el propio Preciado no estuvieron finos para marcar el empate, a pesar de las opciones que tuvieron frente a Piedra.

En la segunda parte, Aucas salió con todo para revertir el marcador en una fecha que será recordada por todos sus hinchas. Pero aquel ímpetu le costó el segundo gol del Cuenca, que tomó mal parada a la defensa en un contragolpe y el venezolano Jacobo Koufatty concretó el segundo tanto (50’).

Preciado, que buscó el tanto con insistencia, tuvo su premio a los 66’, cuando pudo descontar de cabeza. Parecía que Aucas tenía energías para revertir el marcador, pero Piedra tenía otros planes para las intenciones de Aucas.

El portero evitó en varias ocasiones que su equipo cediera la victoria y la más clara llegó en los minutos adicionales, cuando Preciado lanzó un disparo lejano que parecía que entraba, pero Piedra alcanzó a desviar con una mano.

El estreno del estadio iluminado de Aucas tuvo como protagonista al Cuenca, que continúa su ascenso en el torneo nacional. (I)