Fanático con Independiente
Rueda, un estratega metódico y obstinado
Al círculo de Reinaldo Rueda, ya se le subió el tono y para la prensa se ha vuelto inalcanzable. “No lo dude, eso es costumbre del círculo del Nacional, no creo que sea de Rueda, pero su entorno ya se siente en las nubes. Ya no son mortales, quieren dar a entender que la final de la Copa ya la ganaron, y pasan por encima que deben jugar los 180 minutos”, dijo el periodista Carlos García, quien ha cubierto por años las gestas del Nacional de Medellín.
Este es el ambiente que se vive en Colombia antes del juego de esta noche, en Quito, entre el Nacional e Independiente del Valle.
Rueda sabe que tiene un reto inmenso, porque quiere ganar un mundial, el de clubes, pero para eso tiene que superar a Independiente del Valle en la final de hoy y en la del próximo miércoles en Medellín. “En este deporte como en todas las situaciones de la vida hay que tener objetivos y sueños. Hemos hablado con el grupo sobre la importancia de tener la camiseta de Nacional, es un equipo histórico que merece estar en esas instancias por el esfuerzo que han hecho los directivos, anteriores entrenadores, jugadores y la hinchada que nos ha dado un apoyo incondicional”.
Sobre su rival en la final de Copa, el DT colombiano indicó: “Independiente es un equipo que lleva un proceso casi con los mismos jugadores de hace cinco años, con un técnico que trajo cuatro extranjeros que han funcionado muy bien. Serán dos encuentros intensos en los que no podemos distraernos por el nombre o el color de la camiseta. Hay que asumirlo con todo el profesionalismo del caso”.
Agregó que “será un juego altísimamente disputado porque han demostrado su jerarquía y capacidad. Es un equipo con una estructura cimentada”.
El cuerpo técnico, encabezado por Pablo Repetto y Óscar Quagliatta, imprimió su sello a la escuadra de Sangolquí, que también se ilusiona con poner a sonar su nombre a nivel continental. Las transiciones y la velocidad de los hombres del Independiente en ataque serán aspectos que Nacional deberá controlar.
“Tienen todos los argumentos futbolísticos y de trabajo para hacer una final muy competitiva. Este año nos han dado grandes lecciones la Eurocopa y la Premier League: hay que estar bien aterrizados”, complementó el estratega vallecaucano.
Ese profesionalismo de conocer a sus rivales, es el mismo que le han reconocido al técnico en los últimos años. En Ecuador hizo el proceso de llevar a la Tricolor desde 2010 hasta 2014 a otra clasificación mundial a Brasil, donde no pudo avanzar de la primera ronda.
Allí plantó la semilla de varios jugadores que hoy son destacados, como Énner Valencia, Juan Paredes y Michael Arroyo. En ese papel de forjador, Rueda ha sido sobresaliente tanto en los clubes por donde ha pasado como en los seleccionados que ha dirigido.
En 2003, Rueda, quien ya estuvo en el mundial Sub-20 de Australia en 1993 con Colombia, volvió al mundial de la categoría Sub-20, esta vez en Emiratos Árabes Unidos. Allí pudo levantar una generación de futbolistas colombianos compuesta por elementos de la talla de Fredy Guarín, Abel Aguilar, Víctor Montaño, Jaime Castrillón, José de la Cuesta y Macnelly Torres. Logró el tercer lugar, el mejor puesto de una selección juvenil en la cita orbital.
Rueda dejó, además, un semillero de jugadores que fueron la base de otras selecciones, incluida la de mayores, o que se destacaron en clubes del exterior. No debe olvidarse la gesta que hizo con Honduras en 2010, donde terminó con una sequía de 28 años del país sin jugar una Copa del Mundo. De allí que los hondureños o ‘catrachos’ le dicen con cariño a Rueda el ‘Rey Midas’.
Ahora, superó los escollos de equipos como Sao Paulo para llegar a la final de la Copa Libertadores con el sorprendente y difícil Independiente del Valle.
Está a 180 minutos del título continental, pero Reinaldo Rueda sabe que ahora es el momento de doblar esfuerzos. Mientras tanto, vive uno de esos momentos especiales de su carrera. El estratega vallecaucano sigue con el polo a tierra, a pesar de que sus asesores quieren mantenerlo en una nube. (I)