Un gesto que se repite en todo el mundo y que envuelve un mensaje de protesta contra el racismo. Rodilla al piso y no se necesitan más palabras, esta vez, por el asesinato del afroamericano George Floyd en manos de la Policía de Estados Unidos.

El fútbol también se ha sumado a la causa, un evento global que tiene millones de espectadores. Hoy, por ejemplo, entre las principales ligas del mundo, volvió a la actividad la Bundesliga alemana.

Si bien los futbolistas en Inglaterra también han hecho ese gesto, pero en entrenamientos, el fin de semana pasado los jugadores que actúan en Alemania lo hicieron antes de un partido oficial.

Todos en el campo de juego, sin público por el coronavirus, y los 22 participantes de los partidos se arrodillan en el centro del campo, justo antes del pitazo inicial. También se sumaron los árbitros, entrenadores y alternantes.

Eso se repitió en los partidos entre el Werder Bremen y el Wolfsburgo, así como también en el Union Berlín vs. Schalke.

En el Borussia Dortmund contra el Hertha de Berlín también pusieron su rodilla en el césped.

Una semana más atrás, el delantero francés Marcus Thuram ejecutó el gesto después de marcar un gol con su equipo, el Borussia Mönchengladbach. Él es hijo de Liliam Thuram, campeón del mundo con Francia en 1998 y muy activo en causas contra el racismo.

Han existido otras formas de hacerse sentir en esta causa. El Bayern Múnich, por ejemplo, salió en su último partido contra el Bayer Leverkusen con unas cintas en los brazos de los jugadores que decía “Black Lives Matter” (Las vidas negras importan).

En las celebraciones también se han lanzado mensajes escritos en las camisetas y la FIFA ya anticipó que no existirán sanciones a quienes muestren mensajes de apoyo para Floyd y la causa.

“Deben utilizar el sentido común y tener en cuenta el contexto que rodea a los eventos”, publicó en un comunicado.

El presidente de la Federación Alemana de Fútbol, Fritz Keller, indicó que está encantado de que haya “jugadores tan maduros” y que entiende absolutamente sus acciones, pues consideró que lo que ocurrió en Estados Unidos no puede dejar indiferente a nadie.

El fútbol se ha movilizado contra el racismo y la FIFA destacó que han endurecido sus normas disciplinarias para erradicar esos comportamientos en los campos de juego.

El año pasado modificó, después de 15 años, su código disciplinario. Se permite suspender un partido por incidentes racistas o incluso dar por perdido el encuentro al equipo infractor.

Existen sanciones económicas para los clubes cuyos hinchas hagan esas demostraciones o partidos sin jugar si el infractor es un mismo futbolista.

 El racismo se condena, pero las manifestaciones de discriminación siguen latentes en el fútbol. (I)

El origen de la protesta
El gesto que mueve al mundo contra el racismo fue creado por Colin Kaepernick, jugador de fútbol americano.

En 2016, mientras jugaba para los San Francisco 49ers, se quedó sentado mientras sonaba el himno de Estados Unidos. “No voy a levantarme para honrar una bandera de un país que oprime a la gente negra”, dijo el jugador.

En ese mismo año, más adelante, comenzó a poner una rodilla en el piso mientras sonaba el himno. Otros de sus compañeros se sumaron.

Al año siguiente fue liberado y se quedó sin contrato, pero su activismo se mantuvo, a pesar de que no volvió a jugar más profesionalmente. (I)