Portugal disputará su segunda final
Cristiano Ronaldo y Portugal le ganaron a Gales y Gareth Bale (2-0), con dos goles en tres minutos al inicio del segundo tiempo, ayer en Lyon, y la selección lusa jugará el domingo la final de la Eurocopa contra Francia o Alemania.
Los tantos de Cristiano Ronaldo (50’) y Nani (53’) permiten a Portugal disputar su segunda final continental, tras la pérdida en su propia casa, en Lisboa, en 2004 ante Grecia (1-0).
El partido sirvió además a Cristiano Ronaldo, autor del primer gol, para igualar el récord de tantos de la historia de la Eurocopa, que comparte ahora con Michel Platini, con 9 dianas. Mientras Platini logró sus nueve goles en la única edición de la Eurocopa que disputó, la de 1984, en la que guió a Francia al título, Cristiano Ronaldo ha llegado a esa cifra después de cuatro ediciones, desde su debut con apenas 19 años en el campeonato en 2004.
La estrella portuguesa y su compañero Nani, con tres goles cada uno, se colocan segundos en la tabla de máximos anotadores del certamen continental, detrás del francés Antoine Griezmann, que lleva cuatro.
Cristiano Ronaldo, que abrió el marcador en el minuto 50 al rematar de cabeza un centro de Raphael Guerreiro desde la izquierda, tras un córner sacado en corto, participó también en el segundo gol, tres minutos más tarde, ya que un disparo suyo fue desviado desde cerca por Nani (53).
Con más de un tercio de partido, la suerte estaba echada y ahora Portugal deberá esperar a conocer el rival en la final, que saldrá del duelo que disputan hoy (14:00) Francia y Alemania en Marsella.
Portugal contó con una pequeña desventaja desde el inicio del partido, ya que su central Pepe, el muro casi infranqueable de su defensa en los partidos de octavos contra Croacia y de cuartos frente a Polonia, fue baja al no recuperarse de sus molestias musculares.
Fernando Santos decidió poner en su lugar a Bruno Alves, que no había jugado ningún minuto en esta Eurocopa, en lugar de Ricardo Carvalho, que había sido titular al inicio del torneo. Cristiano, que lloró en aquella final perdida en 2004 ante Grecia, la primera de Portugal, tiene la ocasión de resarcirse doce años más tarde. (I)