Portugal vuelve a encomendarse a la pegada de su capitán y gran referencia, Cristiano Ronaldo, para intentar derribar el muro marroquí y sumar su primera victoria en el Mundial tras haber salvado un empate ante España.

Aún resuenan los ecos de la noche estelar del delantero del Real Madrid. Su eficacia ante la Furia Roja salvó de un gran disgusto a los campeones de Europa, que habían desperdiciado dos ventajas y quedaron al borde del KO.

El postrero tanto de Cristiano Ronaldo de tiro libre dejó un punto en el casillero y sobre todo un botín de esperanza de futuro. El “7” se echó al equipo a las espaldas y con su triplete frustró la remontada de España.

El encuentro de hoy en el estadio Luzhniki, donde hace una década ganó la Liga de Campeones con el Manchester United, es de vital importancia. No solo para Portugal. Marruecos, derrotado en su estreno en la ida con un autogol, también se juega prácticamente todas sus opciones.

Ante España, el cuadro luso no tuvo la pelota, hoy tendrá  que llevar la iniciativa. Asume su favoritismo sin confianza. Será el momento de comprobar cómo se manejan los hombres de Santos ante un rival que teóricamente se pertrechará atrás para buscar la endiablada velocidad de sus jugadores ofensivos y sus hombres de banda.

Marruecos accedió a Rusia 2018 tras encajar tan solo un gol en toda la previa. Fue el 15 de noviembre de 2015, en el partido de vuelta de la segunda ronda ante Guinea. La derrota por 1-0 no le impidió progresar. (I)