Octavio Zambrano asumió la dirección técnica del DIM tras la salida del entrenador español Ismael Rescalvo. Su llegada generó mucho escepticismo por parte de la afición del “Poderoso”. Pero seis meses después, Zambrano tiene al equipo en la final. Este sábado, a las 19:00, jugará el duelo de ida ante Junior, en el estadio Metropolitano de Barranquilla.

A pesar de que el timonel de 60 años ya había dejado un legado en Colombia (en 2012 alcanzó 43 de 54 puntos con Pereira en la segunda división, un récord en la categoría), la falta de títulos en su hoja de vida no causó buena impresión entre los seguidores del Medellín.

El inicio del técnico, que llegaba de dirigir la selección de Canadá, no fue fácil. En las primeras once fechas solo tenía un rendimiento del 42,4%, producto de cinco empates, tres derrotas y únicamente tres victorias. Su continuidad estaba en riesgo, pero la dirigencia del “Poderoso” siguió creyendo en el proyecto Zambrano.

Luego de haber sumado derrotas insistiendo con formar en la titular a los extranjeros, de ubicar a jugadores en posiciones que no eran sus naturales para apagar el incendio que dejó la salida de Didier Moreno al fútbol español, Octavio por fin encontró el equipo y todo cambió con la seguidilla de victorias ante Patriotas y Atlético Nacional.

El DT encontró seguridad en la dupla Murillo-Pertuz, halló en Brayan Catrillón un jugador que puso a trabajar al equipo a otro ritmo, posicionó mejor a Ricaurte, que se convirtió en el engranaje del DIM y el mejor volante de la liga; potenció a Cano poniéndole a Caicedo más cerca para que le abriera espacios al argentino, que se convirtió en goleador.

La reflexión y el trabajo tienen al ecuatoriano a un paso de conseguir su primer título como director técnico. El primer juego será en el Metropolitano, en su primera visita a Barranquilla en el todos contra todos cayó 2-1. Pero en sus últimos seis juegos en condición de visitante solo perdió una vez. Medellín cerrará en casa con el apoyo de su gente. (I)