Los futbolistas juveniles, que representan a Ecuador en el Sudamericano Sub-20, tienen entre 19 y 20 años, pero muchos de ellos ya cuentan con un recorrido importante en el profesionalismo.

Los minutos que les han otorgado sus entrenadores en los clubes donde han jugado representan un aporte importante para afrontar el certamen juvenil.

El estratega Jorge Célico señaló que cuando elaboró la lista tomó en cuenta ese aspecto, pero no solo se basó en aquello para realizar la convocatoria.

Muestra de ello es que algunos futbolistas aún no han debutado en primera, pero han tenido actuaciones importantes en los torneos juveniles.

En el equipo titular, el lateral izquierdo Diego Palacios es el que más partidos suma en primera división, tanto en serie A, serie B y en Holanda, donde actúa tras fichar por el Willem II.

El guayaquileño de 19 años debutó a los 17 con el colombiano Armando Osma en Aucas. Sus condiciones y aporte al equipo le permitieron jugar 40 partidos; incluso el cambio de DT no influyó y cuando llegó el argentino Darío Tempesta se mantuvo en el equipo titular.

En la serie A mantuvo su nivel y jugó el primer semestre, hasta que fue contratado por el Willem II de Holanda, a préstamo con opción de compra. Debutó en agosto como titular y ha disputado 19 partidos con esa camiseta.

Además, ya jugó con la selección mayor cuando fue llamado por Hernán Darío Gómez para cotejos amistosos. Ante Catar jugó 45’.

Otros dos elementos surgidos en Aucas también están entre los que más han acumulado experiencia en la primera división.

Alexander Alvarado y el capitán de la Tricolor, Jhon Espinoza. El primero tenía ya una experiencia previa con el Gualaceo en la serie B y luego fue transferido a Aucas, donde jugó prácticamente todos los cotejos.

Mientras que Espinoza hizo su aparición en el segundo semestre, luego de su paso por Deportivo Cuenca. Rápidamente se convirtió en el lateral derecho titular del equipo de Tempesta y fue ratificado por Eduardo Favaro, quien dirigirá a los “orientales” en 2019.

Otros, como el golero Moisés Ramírez o Jordan Rezabala, ambos de Independiente del Valle, han tenido poca o nula actividad en el primer equipo.

Ramírez debutó el año pasado ante la baja por lesión de Hamilton Piedra. Pero la experiencia de ambos también fue internacional, pues jugaron la Libertadores Sub-20.

Independiente alcanzó la final de ese certamen juvenil y perdió en esa instancia contra Nacional de Uruguay.

Stiven Plaza, que no pudo formar parte de esta selección ante la negativa del Valladolid español, fue el goleador con siete anotaciones.

En el caso de Rezabala, él fue una de las figuras en la selección sub-17 pasada. Sus actuaciones le sirvieron para ser considerado por el PSV holandés, que lo invitó durante una semana a entrenar con el plantel.

“Los jugadores han sabido aprovechar sus oportunidades y han jugado por el talento que tienen. Ya no existe la regla del juvenil, por lo que sus entrenadores los han alineado por sus capacidades. Hay un gran trabajo detrás”, dijo Célico cuando emitió la lista de 23.

Los pocos o muchos partidos que disputaron en la primera división nacional sirvieron para que sean vistos por equipos del extranjero. Así, Jackson Porozo emigró al fútbol brasileño.

Primero se marchó a prueba al Palmeiras, pero no se pudo quedar y ahí apareció el Santos para fichar al central. Él ya entrena con el primer equipo, pero disputa el torneo juvenil.

Porozo fue observado, según su representante  Daniel Manouchehri, por el Porto de Portugal, el Ajax de Holanda, el Genk de Bélgica y el Augsburgo de Alemania. Sin embargo, antes de dar el salto a Europa optó por jugar en el fútbol brasileño.

Célico espera que toda esa experiencia que han acumulado en el fútbol superior les sirva para afrontar la parte más complicada del torneo y clasificar al Mundial de Polonia, a mediados de año.

El entrenador ha destacado que sus jugadores han mantenido los pies sobre la tierra para ser una selección destacada. (I)