Messi tomará un descanso, pero no dejará la selección
Lionel Messi se tomará un descanso. No serán unas vacaciones soñadas en una playa exótica, sino simplemente un “respiro” ante tanta crítica y desconsuelo. Se reservará un tiempo antes de volver a vestir la camiseta de la Albiceleste tras el fracaso mundialista para volver a intentar ganar la Copa América nada más ni nada menos que en Brasil.
La relación entre Messi y la selección se parece cada vez más a una pareja con serios problemas de convivencia, llena de reproches, peleas y reconciliaciones. El astro del FC Barcelona está destinado a no poder conformar jamás a una afición apasionada que lo idolatra y al mismo tiempo lo “mata” ante cualquier paso en falso como el que acaba de dar en Rusia.
Antes del Mundial, el último “fracaso” -en el país natal de la “Pulga” ser segundos es ser el primero de los perdedores, según la curiosa definición del DT campeón del mundo Carlos Bilardo- había sucedido en la Copa América Centenario de Estados Unidos. Allí, tras perder su segunda definición por penales ante Chile, Messi le dijo adiós para siempre al seleccionado. “Ya está. Se terminó para mí la selección”, dijo cabizbajo y abatido.
Fue una conmoción. Los fanáticos quedaron mudos. Lloraron, rezaron, rogaron por su vuelta. Se organizaron en las redes sociales, se manifestaron en el Obelisco y hasta los carteles del Metro pedían por su vuelta. Y Messi volvió. Y solo gracias a él Argentina llegó a Rusia tras su soberbia actuación en el 3 a 1 ante la “Tri” en Quito, con tres goles de su factura, en el cierre de las Eliminatorias Sudamericanas.
Ahora fue más cauto. Apenas se lo vio en Rusia con un par de pinceladas y un golazo en el sufrido triunfo ante Nigeria 2 a 1 que llevó a la Albiceleste a octavos de final, donde perdería 4 a 3 ante la finalista Francia. Entonces el astro fue más precavido. Bajó la cabeza y se fue de Rusia sin hacer declaraciones. Esta vez debía pensar mejor su futuro en celeste y blanco.
Y casi dos semanas después, bajo el abrigo de su familia, Messi tomó una decisión. Según el popular diario Crónica, “la ‘Pulga’ ya habló al respecto con su círculo familiar y tomó la decisión de darse un breve descanso del seleccionado argentino”.
“Pero no será definitivo. Messi planea faltar a los amistosos de este año y a los primeros cotejos de 2019 para iniciar una refundación de Barcelona y volver a llevar al equipo culé a una final de Champions League”, sostuvo el periódico.
“Por ende -concluyó- Messi tiene planeado volver al seleccionado en los días previos a la Copa América de Brasil para luchar por el trofeo continental”.
Su regreso será en la tierra del “archienemigo” Brasil, el clásico por excelencia de Argentina y donde hace cuatro años estuvo a un paso de llegar a la gloria. Entonces los astros no se alinearon y aquel equipo liderado por Messi perdió 1-0 en tiempo suplementario ante Alemania.
Mientras tanto, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) hizo todo lo posible para sacarse de encima al entrenador Jorge Sampaoli. Pero después de fuertes presiones y de una cumbre en el predio de la entidad en la localidad de Ezeiza, en las afueras de Buenos Aires, debió tragar saliva y respetar un contrato que vence en Qatar 2022. De lo contrario debería pagar una cláusula de salida que ronda entre los $ 16 y los $ 20 millones. O en todo caso esperar hasta después de la Copa América, cuando la rescisión del vínculo costará “apenas” $ 1 millón.
Sampaoli, vapuleado por la prensa y según versiones periodísticas “ninguneado” por los jugadores históricos en Rusia, quiere revancha y está convencido de que tiene material para una refundación. Por lo pronto deberá coordinar una aventura juvenil en el torneo sub-20 de L’Alcudia, que se disputará en Valencia, España, desde el 29 de julio. No estará sentado en el banco, pero se encargará de armar al equipo. El técnico será Lionel Scaloni.
Más solo que nunca, Sampaoli resiste. Los históricos le soltaron la mano, aunque muchos de ellos, como Javier Mascherano y Lucas Biglia, ya anunciaron que no seguirán en la selección. El DT está recluido en su propio laberinto, en una soledad casi absoluta. Sus laderos se fueron. Ya no están Sebastián Beccacese, flamante técnico de Defensa Justicia, ni Nicolás Diez y tampoco Martín Bressan.
¿Y Messi? Sampaoli deberá más adelante hablar con él. No sea que el descanso se alargue más de la cuenta. (I)