El fútbol argentino vive hoy un fin de ciclo. Es el adiós anunciado de una era que prometía un brillo dorado de la mano y de los botines de “Lio Messi”, pero que termina de la peor manera: en el fondo de una zanja cavada por sus propios dirigentes.  

Porque más allá de la suerte que le depare de ahora en más a la Albiceleste en la Copa del Mundo, aún con una mínima chance de clasificar a la segunda ronda, la lapidaria derrota 3-0 ante Croacia enterró varios años de desorganización, desidia y caos en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). 

La AFA no solo dilapidó a Messi, el heredero de Diego Maradona, y a toda una generación. También mató a la “gallina de los huevos de oro”, esa eterna fábrica de talentos juveniles que el actual técnico de Colombia, Néstor Pékerman, armó con dedicación desde la sub-20.

Hoy, con sucesores que jamás dieron la talla, Argentina casi no genera recambio desde su base y deambula en todos los mundiales de las categorías juveniles.

Y ni hablar de la escandalosa votación 38 a 38, cuando solo sufragaban 75 dirigentes, en un viciado intento de reorganización de la entidad rectora del fútbol nacional. Tres técnicos en solo un año (Gerardo Martino, Edgardo Bauza y Jorge Sampaoli) y con un torneo local que tiene 30 equipos, en un despropósito pocas veces visto en un país de élite en el deporte más popular del planeta. El fútbol argentino está en crisis. Messi era el único que tapaba con un dedo el quemante sol de la decadencia.   

El increíble error de Wilfredo Caballero en el primer gol croata fue el principio del fin. El equipo se derrumbó, no tuvo respuestas y Messi nunca pudo arrastrar un carro cada vez más pesado donde gritan, desaforados, 40 millones de argentinos que le piden a su astro que ataje, defienda, se adueñe de la creación, defina, “ponga huevos”, tire caños, lujos y hasta que lance los córneres y cabecee en el área en la misma jugada. Y que por supuesto sea gol.     

La selección “albiceleste” hizo magia en el estadio de Niznhy Novgorod. Como un acto de brujería y a miles de kilómetros de distancia, convirtió el día en noche: el silencio de la tarde en Argentina, tras el pitazo final del árbitro uzbeko Ravshan Irmatov, hizo anochecer prematuramente al país austral. Era de noche en pleno día.  

Maradona se comía las uñas en el estadio. El inolvidable “Matador” Mario Kempes, desde un estudio de TV, afirmaba que el final de una etapa “está muy cerquita”. 

En Londres, el excampeón del mundo Osvaldo Ardiles se dejaba llevar por la bronca y lanzaba acusaciones vía Twitter contra todos. Y el actual técnico del Atlético Madrid, Diego “Cholo” Simeone, con dos Copas América en su vitrina, resumía todo en una palabra: “anarquía”.

Al “Cholo” curiosamente se le filtró un mensaje de WhatsApp enviado a su ayudante de campo, Germán Burgos, donde “mató” a todos: a la AFA, a los jugadores, a Sampaoli, al arquero y hasta a Messi. El técnico “colchonero” habla de “4 años de anarquía” desde la dirigencia hasta de los que conducen al equipo y dijo que el entrenador se equivocó en los dos planteos ante Islandia y Croacia.

“Lo que está pasando en estos momentos es lo que le pasó a la selección durante estos últimos cuatro años, desgraciadamente: anarquía, no liderazgo, ni desde la dirigencia ni desde los que conducen. Veo que el equipo está perdido”, dijo el entrenador del Atlético de Madrid en un audio de voz que mandó a su asistente Germán Burgos, según los diarios Olé y La Nación, de Argentina; y Marca y AS, de España, entre otros.

Además, dijo que el portero ya había cometido errores similares en los últimos amistosos y afirmó que los jugadores se deberían estar “agarrando a trompadas” en el vestuario. Y la fresa del postre, tal vez la que más le duele a los fanáticos, la dejó para el final: “Messi es muy bueno, pero es muy bueno porque está acompañado de extraordinarios futbolistas (en el Barcelona). Si tenés que elegir ente Messi y Ronaldo para un equipo normal, ¿a quién elegirías?”.

“Todo el declive argentino de los últimos tiempos fue disimulado por este genio incomparable que tuvimos la suerte de que naciera en Argentina. Pero incluso para él fue demasiado al final del día. ‘Leo’: muchísimas gracias por todo. Y muchísima suerte en tu futuro”, acotó Ardiles. 

En una catarata de tuits, el exjugador del Tottenham inglés dijo: “Fue una crónica de una muerte anunciada. De campeón del mundo a ser la peor selección de la historia argentina”. 

Ardiles, además, tiró munición gruesa contra Sampaoli: “El prestigio adquirido en años, especialmente por dos selecciones campeonas del mundo, tirado por la borda. Plan de Sampaoli: darle la pelota a Messi y esperar un milagro. No hay plan B, ni mucho menos C o D”.

“Sampaoli, impresentable. Terminó un ciclo insultando a jugadores croatas. Arrogante, ignorante, inclusive teniendo al mejor jugador del mundo no fue capaz de conformar un equipo competitivo. No seleccionó nunca el mismo once durante su gestión”, añadió Ardiles.

Pero no fue el único. Kempes dijo que todo fue un desastre, tanto deportivo como de organización. “Se veía venir. Después de Brasil 2014 había que cambiar. Y cuatro años después estamos donde estamos. Y Messi se contagió de lo peor que tiene el equipo”.

Hoy los 40 millones de argentinos mascullan bronca contra todos. No se salva siquiera Messi. Pero cuando la pasión deje paso a la razón, muchos deberán rendirle un merecido homenaje cuando empiece una nueva etapa: Gracias Messi por tanto, perdón Messi por tan poco. (I)