Shirley Berruz guarda con celo un par de guantes que le regaló Marcelo Elizaga (el exarquero de Emelec, Deportivo Quito y la Selección) una tarde de 2009. Ese día, ella y un grupo de seleccionadas nacionales se entrenaron en Fedenador (Guayaquil), previo a su participación en el torneo Sub-20 que se disputó en Bucaramanga, Colombia.  

Los consejos del ‘Polaco’, que entonces jugaba en Emelec, vinieron acompañados de un obsequio: unos guantes Reusch Dragón talla 10, una medida más de los que usaba la portera. Sin embargo, ella estaba decidida a ponérselos en el torneo, sin importar que le quedaran algo grandes.  

Los guantes de Elizaga se convirtieron en su talismán, pues en ese torneo Sudamericano Sub-20 detuvo 3 penaltis. Esto significó un gran impulso para la guayaquileña, que a partir de esa experiencia le puso  más dedicación al fútbol, una pasión que descubrió con el tiempo.

Ahora usa los guantes adecuados para sus manos, pero guardó como una reliquia los que le obsequió Elizaga. Para ella son el reflejo del trabajo que tuvo que realizar para conseguir la titularidad en la Tricolor femenina, que hoy (14:00) juega el partido de ida del repechaje del Mundial de Canadá 2015, contra Trinidad y Tobago.  

“¡Voy!”, grita efusiva cuando un balón viene hacia ella, para que sus compañeras se quiten del medio. Descuelga el balón como si estuviera jugando baloncesto, deporte que practicó desde pequeña.

La golera del Rocafuerte, bicampeón nacional, se sintió atraída por el deporte de las canastas a los 6 años. Pasó 10 años con el balón en sus manos e intentando los tiros más precisos. Pero a los 16 decidió probar con el balompié en su colegio, el Liceo Cristiano, y en lugar de elegir un lugar como delantera o defensa, prefirió ubicarse en el arco.  

Allí se sentía segura. Además utilizaría sus manos, fortalecidas por el baloncesto que tanto tiempo jugó, por lo que nunca tuvo temor de recibir un fuerte disparo con sus palmas. “No me intimidé. Siempre pensé que ser arquera es una combinación entre el baloncesto y el fútbol. Los movimientos son parecidos, porque tienes que ir arriba o abajo con las manos. Además la agilidad que me dio el básquet la utilicé en el arco y me fue bien”, contó la portera de 23 años.

Poco tiempo le costó acostumbrarse a un puesto que requiere técnica y movilidad, pues aunque las manos las sabía utilizar bien, debía pulir lo que correspondía hacer con los pies. Su ascenso fue veloz y descubrió que su capacidad era innata.

Apenas 2 años tardó en llegar a una selección, cuando fue convocada a la Sub-20 que disputó ese torneo en Colombia. Pasó por su equipo colegial, un club amateur de Católica y Espol, antes de llegar al referente del fútbol femenino:el Rocafuerte de Guayaquil.

El encuentro con Elizaga marcó un antes y un después en su carrera, pues desde ese momento su óptica del deporte cambió. Ya en la Copa América de 2010 en Ecuador fue suplente de Irene Tobar al inicio, pero luego consiguió arrebatarle el puesto y terminó como la guardameta titular.  

Su experiencia creció con la CopaLibertadores Femenina, Juegos Bolivarianos y los 2 campeonatos nacionales que se han disputado hasta el momento.

La reciente CopaAmérica también enriqueció su currículo y fue una de las figuras de la ‘Tri’ en el torneo que significó un histórico repechaje.  

Shirley no pudo estar en la foto oficial previa a la Copa América. Tuvo que resolver cuestiones personales y de estudios, por lo que llegó cuando las cámaras habían dejado de disparar. “No estuve en esa, pero dije que seguro voy a estar en la del repechaje o la del Mundial y aquí estoy. Estamos a 180 minutos de hacer historia en el fútbol nacional”, señaló la portera con una gran sonrisa, después de posar el jueves pasado en la Casa de la Selección.

Con el tiempo depuró su técnica en el arco y se considera buena para atajar penaltis, además de cortar con precisión un mano a mano. A pesar de que su estatura no llega al 1,70 metros -mide 1,69- su agilidad y su salto le permiten llegar a los tiros complicados.

El preparador de arqueros de la Tricolor femenina, el exguardameta Miguel Santillán, se mostró confiado sobre la actuación de Berruz en los 180 minutos que separan a Ecuador de su primer Mundial. “Tenemos 3 buenas goleras, pero ahora le toca a Shirley representar a sus compañeras. Tiene mucho liderazgo y voz de mando desde su posición, porque eso demanda el ser portero”, contó Santillán, que atajó en Liga de Quito, Olmedo, Manta, entre otros clubes locales.

La experiencia de la última Copa América le dejó un buen sabor de boca y más que nada tranquilidad. La golera confirmó lo que en días pasados señaló la DT, sobre los nervios y las ansias que invadieron a las seleccionadas.

“Ahora tenemos mucha más confianza, hemos entrenado muy bien y corregido varios aspectos. Sentimos muy cerca el Mundial y queremos estar en Canadá. La clasificación puede representar un plus para el fútbol femenino en Ecuador”, dijo.

La exbasquetbolista mantiene siempre una gran sonrisa fuera del campo. La seriedad la invade cuando se para en la cancha y debe transformarse para ordenar a su defensa y dar instrucciones. Hoy mantendrá ese rostro, pero al final del encuentro quiere lucir su mejor sonrisa con una victoria.

La ‘Tri’ mantiene el esquema que usó en la Copa

La selección femenina mantendrá el esquema base que usó en la CopaAmérica, con una sola delantera en punta que será Giannina Lattanzio y Ámbar Torres como enganche.

El ataque será potenciado por las bandas, con la velocidad de Madeline Riera por la derecha y de Ingrid Rodríguez por la izquierda. Riera también es conocida por su gran capacidad goleadora y fue la máxima artillera del torneo 2014 con 27 tantos.

Además de intentar marcar la mayor cantidad de goles en la ida, la idea es dejar el arco Tricolor en cero. El planteamiento inicial de la DTVanessa Aráuz era jugar con Ligia Moreira y Katherine Ortiz en el centro de la zaga, pero la segunda sufrió una lesión en su rodilla derecha. Lorena Aguilar, que iba a jugar de volante central, tomó su lugar en la defensa y como doble 5 actuará Adriana Barre junto a Denisse Pesantes.

Mientras que las ‘Princesas del Soca’, como se conoce a la selección de Trinidad y Tobago, llegaron ayer por la mañana a Quito para disminuir los efectos de la altura y en la tarde reconocieron la cancha del estadio Olímpico Atahualpa.

“Estamos enfocadas en el partido del sábado (hoy) y en hacer una gran presentación ante Ecuador. Creemos que es la hora de clasificar a un Mundial absoluto”, señaló la mediocampista Dernelle Mascall.

Las entradas para el partido salen a la venta hoy, desde las 08:00, en las boleterías del estadio Atahualpa. La general cuesta $ 2, la tribuna $ 5 y el palco $ 10. Mujeres y niños no pagarán boleto para observar el partido.