La FIFA rechazó ayer intervenir en el conflicto que enfrenta a Israel y Palestina en lo referente a los juegos en los territorios ocupados, abriendo así la puerta a una confrontación en el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS).

El máximo organismo del fútbol mundial rechazó aplicar las tres acciones recomendadas por una comisión internacional, que ha estudiado el caso durante dos años.

El Consejo de la FIFA explicó que debe “preservar su neutralidad en cuestiones políticas”, según los estatutos de la organización.

La Federación Palestina de Fútbol (PFA) había pedido a la FIFA sanciones contra seis equipos con base en colonias israelíes en Cisjordania y que toman parte del campeonato israelí.

El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, habló de un conflicto “excepcionalmente complejo” en razón de la situación política en Oriente Próximo, aludiendo a problemas presentes desde hace 10.000 años y que no están solucionados.

“Desgraciadamente, no va a ser el fútbol el que encuentre la solución. Toda interferencia en la situación actual de los territorios, en toda la región, en materia de fútbol, podría tener consecuencias agravantes”.

Los palestinos se quejan de que sus jugadores son víctimas de acoso y a veces son detenidos cuando intentan pasar de Cisjordania a Gaza. Algunos no habrían podido participar en torneos internacionales.

La PFA estima que Israel no respetó el reglamento de FIFA, que dice que ningún equipo de un Estado miembro puede jugar en el territorio del otro sin su autorización.

El ministro de Seguridad de Israel, Gilad Erdan, habló de gran victoria al referirse a la decisión de FIFA. “Los intentos del instigador del terrorismo Jibril Rajoub de utilizar el deporte como arma política contra Israel han fracasado”.

Por su parte, Rajoub dijo que acudirán al TAS con este asunto. La PFA y la FIFA esperan otro veredicto del TAS, que podría forzar a la Federación Internacional a que las peticiones de Palestina sean votadas en un próximo Congreso. (I)