Joao Havelange, el expresidente de la FIFA que modernizó y masificó el fútbol pero cuyo legado fue empañado por severas acusaciones de corrupción, falleció ayer a los 100 años de edad.

Jean Marie Faustin Godefroid Havelange, un exnadador olímpico nacido en Río de Janeiro e hijo de un acomodado comerciante de armas belga que huyó de la Primera Guerra Mundial, fue el primer no europeo en presidir la FIFA, de 1974 a 1998.

Durante su gestión transformó la institución. También tuvo un papel clave para conseguir que Río fuera elegida sede de los primeros Juegos Olímpicos en Sudamérica y que Brasil acogiera el Mundial de 2014.

Con Havelange, el fútbol dejó de ser solamente un deporte para convertirse en espectáculo de multitudes y en uno de los programas televisivos más rentables.

“Asumió la presidencia de la FIFA justo cuando la Copa del Mundo comenzó a ser transmitida a todo el planeta y con astucia consiguió acuerdos con gigantes corporativos como Adidas y Coca-Cola. Convirtió a la FIFA en una potencia formidable y en una gran plataforma para hacer negocios. Y luego usó el mismo modelo en el fútbol brasileño”, dijo Juca Kfouri, un conocido analista deportivo brasileño.

Havelange renunció como presidente honorario de la FIFA en 2013, después de que el comité de ética del organismo concluyera que recibió sobornos durante su etapa al frente de la institución.

El exdirigente, que nació en Río el 8 de mayo de 1916 y dejó el fútbol por la natación a pedido de su padre, se jactaba por hacer de la FIFA una organización con más miembros que la ONU. “Cuando fui elegido presidente de la FIFA, las asociaciones afiliadas eran 146. Cuando la dejé, eran 196. La FIFA tiene más afiliados que la ONU, lo que demuestra la fuerza del fútbol”.

Una espiral de corrupción                   

En 1998, Havelange pasó a retiro y su ‘delfín’, el suizo Joseph Blatter, ocupó la presidencia de la FIFA hasta que en 2015 fue suspendido por seis años de toda actividad relacionada con el fútbol.

En noviembre de 2011 Havelange renunció al Comité Olímpico Internacional, que integró durante 48 años, para evitar su posible expulsión por denuncias de corrupción.

Havelange era investigado por sus lazos con la exagencia de marketing de la FIFA International Sport and Leisure (ISL), que declaró la quiebra en 2001 con deudas por $ 300 millones. Fue acusado de recibir un millón de dólares a cambio de que ISL conservara los derechos de televisión del Mundial, según denuncias difundidas en un documental de BBC.

En el 2000, con 84 años, Havelange fue interrogado por el Congreso brasileño sobre denuncias por enriquecimiento ilícito, tráfico de armas y soborno. Entonces, se quejó amargamente de lo que consideró una canallada de los medios. Jamás fue llamado a juicio pese a que su nombre fue asociado al escándalo.

Havelange era suegro del brasileño Ricardo Teixeira, a quien protegió e impulsó como presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) por 23 años. El segundo renunció en 2012, también envuelto en denuncias de corrupción.

Tres años después estalló en Suiza el escándalo en la máxima entidad del fútbol mundial, que llevó a prisión al sucesor de Teixeira, el brasileño José María Marín, acusado de corrupción por la justicia estadounidense al igual que Marco Polo Del Nero, actual presidente de la CBF, y otros dirigentes. (I)

El exnúmero uno de la FIFA posó para Guayasamín

El expresidente de la FIFA, el brasileño Joao Havelange, posó en 1995 para el fallecido pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín en Quito, tres años antes de dejar el cargo más influyente del mundo del fútbol.

La foto donde se ve a Guayasamín retratando al entonces máximo dirigente del balompié en el planeta fue presentada durante la Copa del Mundo 2014, como una de las actividades organizadas por el gobierno ecuatoriano en Viemao, localidad donde se concentró la selección, dirigida por Reinaldo Rueda.

Guayasamín fue conocido por retratar a importantes figuras mundiales, entre sus más destacados ‘modelos’ están el Rey Juan Carlos, Fidel Castro, Pablo Neruda y Gabriel García Márquez.

Diario La Nación de Argentina utilizó la pintura realizada por Guayasamín, para graficar en 1998 la crónica sobre la salida de Havelange de la FIFA. “En un retrato del pintor ecuatoriano Osvaldo Guayasamín, Joao Havelange se ve triste y arrepentido. Una imagen que está lejos de las miles de fotografías que le dieron la vuelta al mundo durante los 24 años que presidió la Federación Internacional de Fútbol Asociado, FIFA”.

El sitio web del organismo recoge una nota del departamento de prensa de la entidad de 1998, meses antes de su salida del cargo de presidente y de que se juegue el Mundial de Francia. En el reportaje presentan las seis imágenes más importantes en la vida del exdirigente deportivo y una de ellas es la foto de Guayasamín retratando a Havelange. El texto que acompaña la gráfica se titula “Joao Havelange, el deportista y hombre privado” y destaca la humildad de su vida fuera de la dirigencia deportiva. (I)