Montevideo, Uruguay.-

El expresidente de la Conmebol, Eugenio Figueredo, detenido por lavado de activos y estafa, recibió ayer el alta médica en Montevideo y fue llevado de regreso a la cárcel.
“Le dieron de alta y ya está de vuelta en Cárcel Central”, confirmó a la agencia AFP su abogada defensora, Karen Pintos.

“Lo internaron por una descompensación, no fue nada grave, le hicieron estudios y fue dado de alta”, agregó, al tiempo que se excusó de entrar en detalles de la situación médica de su defendido, de 83 años.

El exdirigente fue enviado por Suiza extraditado a pedido de Uruguay. Arribó a ese país el jueves y declaró por varias horas en un juzgado de la capital ‘charrúa’.

El fiscal Juan Gómez solicitó su procesamiento con prisión, pedido que fue aceptado por la jueza, que determinó que el también exvicepresidente de la FIFA permanezca encarcelado durante su juicio.

En su declaración ante la justicia uruguaya el jueves pasado, Figueredo reconoció corrupción y “plata dulce” en la Conmebol, según el informe difundido en la página web de la fiscalía.

Según el fiscal Gómez, de sus declaraciones se desprende “que desde la época que asumió como miembro del Comité Ejecutivo de la Conmebol, recibía importantes sumas de dinero, en función de estratagemas que urdían diversos integrantes de la citada Confederación, con la finalidad (...) de mantener un status quo de una aviesa forma de corrupción”.

“De esa forma, entre otras cosas evitaba el llamado a oferentes y/o nuevos contratantes para la comercialización de los derechos de televisación de los distintos torneos organizados en el ámbito de la Confederación”, señala el texto.

“Expresamente reconoce que tal modo de obrar traducía un perjuicio a clubes y a jugadores profesionales, en el caso de Uruguay, menguándose notoriamente los dineros que debían percibir”, señala el fiscal, que recibió una denuncia el 24 de diciembre de 2013 presentada por clubes locales y la Mutual (sindicato) de Jugadores Profesionales contra varios dirigentes, entre ellos Figueredo, por esta cuestión.

El exvicepresidente de FIFA también reconoció haber recibido dinero de empresas que tenían derechos de transmisión televisiva y será enjuiciado por cargos de estafa y lavado de activos.

Si bien la defensa de Figueredo pidió prisión domiciliaria por su avanzada edad y “delicado” estado de salud, la jueza del caso denegó esa petición por el momento. Las penas previstas en el código penal uruguayo para el lavado de activos y estafa van de 2 a 15 años de prisión.

El uruguayo fue vicepresidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) entre 1993 y 2013, año en que asumió como presidente, y además encabezó la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) entre 1997 y 2006.

Estaba detenido en Suiza desde el 27 de mayo pasado en el marco del ‘FIFAgate’, el escándalo de corrupción que sacude a la organización. El caso comenzó en mayo de este año cuando la fiscal general (ministra de Justicia) de Estados Unidos, Loretta Lynch, dio a conocer un escándalo de sobornos, lavado de activos y fraude electrónico en la FIFA. Ese mismo día fueron detenidos 5 altos directivos de la organización —entre ellos el uruguayo— en Zúrich.

De los dirigentes que figuraban como presidentes de las 10 asociaciones sudamericanas en 2013, ninguno se encuentra ahora al frente de sus entidades. (I)

Ali pide la publicación del 'informe García'

El príncipe jordano Ali Bin Al Hussein, candidato a la presidencia de la FIFA en las elecciones previstas para febrero, pidió ayer la publicación “inmediata” del informe de Michael García, fiscal  estadounidense que investigó la adjudicación de los Mundiales de 2018 y 2022 a Rusia y a Catar.

El pedido lo hizo durante una conferencia deportiva internacional en Dubái en la que también estaba el secretario general de la UEFA, Gianni Infantino, también candidato a la presidencia de la FIFA.

El príncipe jordano, que se ha pronunciado en repetidas ocasiones en torno al escándalo de corrupción que sacude a la FIFA, reclamó una “buena gobernanza” y “normas básicas, como la publicación del ‘informe García’ inmediatamente porque incluso los que están en liza para el puesto de presidente de la FIFA [...] necesitan saber lo que pasó en esa organización”.

La FIFA ha mantenido desde el principio que no puede publicar el informe en su integridad por razones legales.

El 13 de noviembre de 2014, Hans Joachim Eckert, presidente de la cámara de Enjuiciamiento de la Comisión de Ética de la FIFA (la misma que suspendió 8 años a Joseph Blatter y Michel Platini), señaló que el informe revelaba “comportamientos dudosos”, pero ninguna prueba de corrupción en la atribución de los Mundiales de 2018 y 2022. Enfadado ante esa lectura “errónea e incompleta”, Michael García dimitió el 17 de diciembre de ese año de su puesto de presidente de la Cámara de Investigación de la Comisión de Ética.

Michel Platini también había reclamado la publicación del informe antes de la reelección de Blatter como presidente. (I)